¿Cajeta de pétalo de rosa? o ¿Lavanda? Sí… y viene de una receta con 164 años de historia
En una ciudad reconocida mundialmente como “la más dulce del mundo”, una de las empresas más antiguas sigue marcando la pauta. “La Tradicional Cajeta de Salgado”, fundada en 1860 por las señoritas Aguilar, mantiene viva una elaboración artesanal que no ha cambiado en más de siglo y medio, incluso mientras incorpora sabores que nadie imaginaría en una cajeta.
“Nuestra empresa nace en 1860 y desde entonces hasta hoy día se ha estado elaborando el producto de la misma manera artesanal. Hacemos la cajeta en cazos de cobre, con una pala de madera y en una hornilla, esos instrumentos nunca han variado”, explicó Andrés López Gómez, maestro cajetero de la tradicional fábrica.
La historia de la marca está marcada por un legado femenino: durante décadas, la empresa pasó de tía a sobrina soltera, hasta llegar a Coco Salgado, quien tomó las riendas en 1988 y posteriormente integró a sus cuatro hijos al negocio familiar. Hoy, 45 personas trabajan en la fábrica.
Cajetas Salgado elabora su producto con fórmula Premium B, compuesta por 80 % leche de cabra y azúcar, un requisito elemental para que pueda llamarse cajeta auténtica. “Para que se llame cajeta tiene que ser 100 por ciento leche de cabra”. Entre sus sabores tradicionales destacan: quemada, con un proceso de cocción de hasta ocho horas para lograr su tono oscuro y sabor profundo. Envinada, natural y vainilla, que requieren entre dos y dos horas y media de elaboración.
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Pero el gran plus de esta cajeta es su revolución del sabor. La innovación llegó con la nueva generación: Estefanía, hija del maestro cajetero, quien aportó una visión contemporánea a un producto clásico. Ella ha desarrolló sabores que van desde lo floral hasta lo festivo: pétalo de rosa, lavanda, galleta de limón, carajillo, piña, piña colada, Aperol, ponche, pan de muerto y buñuelo.
“Ella trae esa cultura de ofrecer cosas totalmente antagónicas, diferentes, que se salgan de lo común”, agregó Andrés. La más vendida de todas ha sido la de café, que ya forma parte del catálogo permanente.
La reacción del público. “Si tú pruebas la de pan de muerto, sí sabe a pan de muerto. La gente nos felicita porque sí identifica los sabores”. La empresa ya vende a nivel nacional y desde hace dos años exporta a Estados Unidos. “Estamos certificados con la FDA, fue un trabajo arduo por todos los requisitos de inocuidad y trazabilidad, pero ya enviamos a Ohio”, destacó.
Para la familia Salgado, continuar una tradición de 164 años es más que un negocio. “Es un gran orgullo ser representantes de una ciudad reconocida a nivel mundial por el dulce de leche. El premio mayor es que la gente pruebe el producto, le guste y se lo lleve”, afirmó.
Esta entrañable cajeta continuará su expansión por el mercado estadounidense y, en cuanto a sabores, la fábrica aseguró que seguirán creando nuevas propuestas que conquistarán paladares de todo el mundo.

Foto: Tv4