Aunque las autoridades de tránsito refuerzan operativos y la ciudad registra cada vez más motociclistas, una tendencia preocupa a los especialistas: el crecimiento del uso de cascos abiertos, considerados los menos seguros para circular en ciudad.

De acuerdo con Brian Zúñiga, gerente de Motos City Moral, estos modelos que solo cubren la parte superior de la cabeza han registrado un aumento aproximado del 20% en su consumo durante el último año.

“Son muy cómodos porque no pesan y te entra aire, pero no protegen la cara. Nos ha tocado clientes que sufren golpes frontales porque alguien les abrió la puerta del carro y el casco abierto no los protegió”, explicó.

En esta sucursal, en lo que va de 2025 se han vendido al menos 40 cascos abiertos, una cifra que, aunque no representa la mayoría de ventas, sí refleja una tendencia creciente impulsada por su accesibilidad y el desconocimiento de muchos motociclistas.

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Zúñiga también señala que algunos usuarios compran estos modelos solo para “evitar la multa”, sin considerar que en un accidente el golpe puede ser directamente en el rostro o en la mandíbula.

“Muchos piden un ‘casco quita multa’, pero eso no significa que los va a proteger. La gente no sabe que el accidente puede venir de frente”, agregó.

En contraste, los cascos cerrados y abatibles los de mayor protección encabezan las ventas, especialmente entre quienes ya han tenido incidentes con cascos abiertos y regresan por uno más seguro. “Nos dicen: me entró polvo, un mosquito, o tuve un golpe en la cara. Ahí entienden la diferencia”.

En Motomax, otra tienda de motociclistas, el vendedor Alejandro Rute confirmó que los cascos tipo “cachucha” que protegen aún menos que los abiertos tradicionales han ido en aumento en el mercado. “No protegen la cara y muchos no están certificados”, afirmó.

Ambos comercios coinciden en que los cascos abiertos siguen siendo elegidos por comodidad y bajo precio, pero representan un riesgo considerable.