El Estadio León es algo más que un campo de futbol
Ya son 54 años. Más de medio siglo de historia en el que se ha vivido de todo: ascensos, descensos, campeonatos ganados y otros perdidos. Pero hay una constante que se mantiene, no importa las décadas que pasen y ese es el corazón del estadio.
Desde aquel primero de febrero de 1967 cuando se abrió por primera vez para tener al O Rei en la cancha, un juego en el que además anotó en la victoria del Santos sobre el River Plate, desde esos primeros instantes, el estadio nació con un corazón.
Hoy, se alimenta con la pasión de los aficionados esmeraldas que cada que juega su equipo, lo visten de verde y lo vuelven un verdadero infierno para todo aquel enemigo que busca robarse la gloria que le pertenece a la Fiera, el actual campeón del futbol mexicano.
La primera generación de la Fiera que pisó el campo estuvo integrada por Marcos Gallardo, Roberto López, Efraín Loza, Olegario Montalvo, Gil Loza, Manuel López, Gabriel Mata, Salvador Enríquez, Carlos Barajas, Sergio Anaya y Salvador Reyes.
Involidables momentos, también fue casa del Unión de Curtidores que logró un ascenso, pero que no pudo llegar a la primera división porque el entonces dueño Valente Aguirre, se decidió a venderlo.
Es ya más de medio siglo que el estadio León está vivo y lo está gracias a su gente, gracias a su historia, gracias a su corazón, ese que día con día pone una afición que hoy, aún en medio de las cirncunstancias legales que atraviesa, lo observan y lo reconocen, como su hogar, su casa