Aunque un niño no fume, el respirar humo de otras personas puede ocasionar graves afectaciones a la salud desde presentar asma, bronquitis y alergias hasta tener hiperactividad y déficit de atención.

Lo anterior lo señaló el Doctor José Alberto Ramírez Gómez, especialista en Salud Pública del Centro Comunitario de Salud Mental y Adicciones de la Joya.

El doctor enfatizó que el humo de segunda mano o humo de tabaco en el ambiente contiene más de cuatro mil sustancias químicas que degeneran la capa de protección mucosa de las vías respiratorias, lo que ocasiona que los menores presenten problemas respiratorios.

“Comienzan a tener tos, fiebre y poco a poco se va mellando la capacidad respiratoria porque sus pulmones se empiezan a ennegrecer, es como si el infante estuviera todo el día expuesto al humo de los coches”, explicó.

Asimismo, comentó que los niños con padres fumadores tienen mayor posibilidad de padecer trastornos como déficit de atención e hiperactividad.

“También hay afectaciones en la salud mental, notamos que son niños más inquietos e irritables, por lo que se enfrentan con una mayor dificultad para convivir con sus compañeros en la escuela y en casa con sus familiares”, señaló.

Las recomendaciones del doctor para cuidar la salud de los pequeños es que los padres comiencen un tratamiento para dejar de fumar y, en caso de no ser posible, que eviten fumar en los espacios que comparten con sus hijos.

Finalmente, el especialista en salud mencionó que en la mayoría de los casos, los pulmones de los infantes se limpian y recuperan su normal funcionamiento en un periodo de ocho meses sin estar expuestos al humo de segunda mano.