Robocon: orgullo guanajuatense en Shanghái
“Yo siempre supe que me gustaba la tecnología y siempre supe que fui bueno”, expresó Óscar Sánchez, el programador del equipo Robocon.
Lo que comenzó como una pasión por la robótica dentro de las aulas del CONALEP Silao, hoy los llevó hasta China, donde representaron a México y demostraron que el talento joven puede competir frente a los mejores del mundo.
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El resultado: el segundo lugar en la Competencia Internacional WER, enfrentándose a 67 equipos internacionales.

“Estoy aquí representando a mi país contra muchísimos equipos de niveles muy altos. Sí fue un sentimiento de que no iba a ser fácil porque teníamos a los mejores del mundo”, dijo Ángel de Jesús Gutiérrez, capitán del equipo.
La competencia se llevó a cabo el 13 de diciembre y reunió a más de 20 mil estudiantes de 25 países, entre ellos China, Singapur, Malasia, Filipinas, Hong Kong, Macao, Taiwán, Vietnam, Arabia Saudita, Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y México, entre otros.
En esta edición, México representado por los jóvenes de Silao, compitió contra 225 equipos, de los cuales 67 fueron internacionales y 158 provenientes de China, uno de los países con mayor desarrollo en robótica.
Sin embargo, el talento y la pasión por la tecnología ya formaban parte de su historia desde antes de subir al escenario internacional.
“El año pasado mi primo fue también campeón mundial en un club de robótica, y también fue mi inspiración, dijo ‘yo también quiero entrar’”, recordó con emoción Christopher José Belman, el armador del equipo.
Durante 10 meses de trabajo, los estudiantes desarrollaron un robot que simula un vehículo autónomo, diseñado para superar retos de navegación, toma de decisiones, precisión y accesibilidad. El proceso tomó largas jornadas de hasta 34 horas diarias, además de sacrificios personales.
“Uno para enfocarse realmente en esto y destacar, tiene que sacrificar muchas cosas, lo que viene siendo tiempo en familia, amigos, relaciones personales. Todo eso se tiene que dejar a un lado, pero puedo decir que valió la pena”, comentó el capitán.
Hoy, este logro no solo representa una medalla para México, sino el camino de estos jóvenes que apenas comienza por amor a la robótica, “un consejo para todos es que le echen ganas, todo se puede. Sigan sus sueños porque los pueden lograr, aunque la vida los derribe párense porque todo es posible”, hizo el llamado Óscar.
