Nacimientos naturales se debilitan

 

Los nacimientos de musgo y heno se desvanecen, pero sus comerciantes siguen luchando por mantener viva esta tradición familiar
Foto: Tv4

Los tradicionales nacimientos hechos con musgo y heno están en peligro de extinción, así como los comerciantes, pero siguen de pie por un legado familiar que resiste al paso de los años.

“Es casi puro adulto, porque los jóvenes me preguntan que para qué es esto. No saben. También es por eso: muchas personas fallecen y al hijo ya no le interesa”, comentó el comerciante Héctor Preciado.

En mercados y plazas, cada vez es más común ver que los pesebres naturales son reemplazados por nacimientos de plástico vendidos en tiendas y supermercados, dejando atrás una de las tradiciones más arraigadas en México: los belenes adornados con paiste, musgo y romero.

“El paiste y el musgo vienen de San Luis Potosí; el musgo de paca, de Michoacán; la pingüica, de Sierra de Lobos; y el romero, de Silao”, detallaron los comerciantes, quienes cada diciembre montan sus puestos en diferentes puntos de Guanajuato.

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Aseguraron que sus ventas han caído hasta un 40% en los últimos años debido a que las nuevas generaciones ya no están interesadas en mantener estas costumbres.

La disminución de compradores incluso los ha obligado a reducir su mercancía: de mover 20 toneladas al mes, hoy apenas alcanzan las cinco.

“La verdad, vienen personas de los ranchos y son ellos quienes nos ayudan a mover el producto. A los niños pequeños les llama la atención, pero la juventud ya no”, lamentó Mary Pineda.

Aun así, los negocios dedicados a esta flora navideña vuelven cada diciembre con la determinación de proteger un legado que ha pasado de generación en generación.

“Esto viene desde mis abuelos, pasó a mis papás, luego a mis hermanos y ahora me toca a mí”, compartió Catarino López.

Así, entre nostalgia, resistencia y esperanza, los vendedores de musgo y heno siguen luchando cada diciembre para mantener viva una tradición que, aunque debilitada, todavía palpita en los rincones más rústicos de las Navidades mexicanas.

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