En el vibrante escenario del Festival Internacional del Globo (FIG), la suiza Lea Zeberli ha demostrado que la pasión por volar no tiene límites al conquistar las alturas por tercera ocasión en León.

Con más de mil 600 horas de vuelo, Lea es un ejemplo de perseverancia y amor por la aventura, al convertirse en una de las destacadas figuras del festival.

Desde pequeña, Lea se interesó en el vuelo, al crear globos de papel junto a su hermano Stefan, con quien soñaba dar la vuelta al mundo.

Hoy, ambos forman parte de los pilotos de globos aerostáticos de más de 20 países que embellecen el cielo de León.

A sus 39 años, Lea ha tenido la oportunidad de volar en distintas partes del mundo como Birmania, Kenia y Estados Unidos, al consolidarse como una experimentada piloto de vuelos comerciales desde hace seis años.

“Estar allá arriba es una sensación de libertad y alegría. Aunque el control es solamente con el viento, yo puedo escoger diferentes alturas, lo que me permite explorar diferentes direcciones, pero en realidad no tengo un volante”, compartió emocionada Lea.

El mundo del vuelo aerostático se introdujo en la vida de Lea a través de su hermano, quien a los 16 años se convirtió en piloto de globos.

A lo largo de una década, Lea acompañó a Stefan en competiciones, un proceso que la llevó a convertirse en piloto y a dejar su trabajo como trabajadora social para seguir su verdadero sueño.

“León es el único festival que conozco y es genial. Nosotros participamos más en competencias, pero cada año quiero regresar a León”, expresó con una sonrisa.

Lea y Stefan son pioneros en su familia, al ser los primeros en certificarse como pilotos de globos aerostáticos. Juntos se sumergen en diversas aventuras al llevar consigo la pasión que cultivaron desde su infancia.

Lea Zeberli no sólo acaricia los cielos de León, sino que también inspira a nuevas generaciones a seguir sus sueños.