Celebra Guanajuato a la mujer rural

Agricultoras, ganaderas y emprendedoras, las mujeres rurales son protagonistas en sus comunidades, rompiendo estereotipos. ¡Celebremos su labor!
Foto: Especial.

Agricultoras, ganaderas, emprendedoras, enfermeras y productoras; las mujeres rurales han dejado atrás los estereotipos que las encasillaban únicamente en el cuidado del hogar, para ser protagonistas en el campo y sus comunidades.

Trabajan la tierra, crían animales, cultivan vegetales y ponen a la venta lo que cosechan para dar lugar a micro, pequeñas y medianas empresas.

Por esta razón, les celebramos cada 15 de octubre, Día Mundial de la Mujer Rural.

La fecha busca enfatizar su labor y visibilizar las diferencias sociales o económicas que enfrentan diariamente en sus entornos.

A este compromiso se suma el Gobierno de la Gente, a través de la Secretaría del Campo, liderada precisamente por una mujer: Marisol Suárez.

De acuerdo con el Censo Agropecuario del INEGI 2022, en Guanajuato hay más de 107 mil mujeres en el medio rural.

Ana Karen Mancera, de la comunidad San Elías en Celaya, es una de ellas.

“La mujer rural debe “cambiarse el chip”, identificar sus fortalezas y saberse capaz de todo lo que puede lograr: porque ya lo hacemos, somos capaces de emprender, de dar empleo, de sustentar a nuestras familias”, dijo.

Hace 15 años, inició con la creación de un huerto orgánico que rendía frutos para el consumo familiar.

Posteriormente le instaló un macrotúnel con apoyo del Gobierno del Estado y actualmente produce hasta 20 cajas de jitomate cada cuatro meses. Lo que permite dar empleo a dos familias que cuidan y dan mantenimiento al lugar.

Como madre de dos adolescentes y sostén de su familia, compartió la importancia de tener fe en uno mismo para lograr cualquier cosa.

Juana Jaime Jiménez, de la comunidad de Galvanes en Celaya, es otra mujer ejemplar que aporta fuerza, corazón y nuevas ideas al trabajo agrícola.

“Hacemos un gran equipo, siempre hace falta el consejo y las ideas de nosotras las mujeres porque somos más detallistas, pensamos en cosas que ellos no ven”, dijo.

Desde que era niña ayudaba a su papá en la siembra del maíz y cultivos de temporal en sus tierras.

Poco a poco creció en el negocio y hoy en día se dedica a ayudar a su esposo en el campo.

Con apoyo estatal, añadió tres borregas al ganado que ha reunido con mucho trabajo y qué día a día se dedica a cuidar.

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