Aproximadamente, la mitad de los pacientes que tienen esta enfermedad pueden desarrollar neuropatía diabética o daño nervioso secundario.

Estas afecciones pueden provocar entumecimiento, hormigueo, dolor o pérdida de sensibilidad en los pies y puede ocurrir cuando los altos niveles de azúcar en la sangre dañan los nervios y los vasos sanguíneos.

No obstante, hay factores que deben cuidarse para evitar estas complicaciones (la más grave puede derivar en amputación). Lo primero es llevar un control adecuado de la enfermedad y no fumar.

Se deben seguir las indicaciones del médico y revisar de manera constante los niveles de glucosa, presión arterial y lípidos, principalmente.

Las repercusiones que conllevan el daño nervioso o la neuropatía diabética son cambios en la piel como resequedad, grietas o daños más severos, que incluyen úlceras o callos.

Es muy importante considerar que estos últimos no deben removerse sin ayuda médica, ya que primero se requiere de la valoración de un experto.

Si tienes diabetes es recomendable utilizar calcetines especiales, no andar descalzo, usar zapatos cómodos, lavar los pies con agua tibia (para evitar lesiones) y aplicar crema hidratante.

También es muy importante acudir con tu médico al menos una vez al año para vigilar tu salud y tus extremidades.

En Guanajuato, hay alrededor de 87 mil 51 pacientes mayores de 20 años con este padecimiento.

El 71.9% son mujeres y 28.1% son hombres, la mayoría tienen entre los 50 a 64 años.

Sabías qué

Mayor riesgo

Una infección y un flujo sanguíneo deficiente pueden causar gangrena, en la que el músculo, la piel y otros tejidos comienzan a morir, si esto no mejora con tratamiento, es posible que se necesite una amputación.