Le cambia la vida un implante coclear

Nadie diría que Alondra nació sin escuchar y que estaba condenada a una vida en silencio

Por Valentín López

A sus siete años, Alondra Guadalupe es alumna de segundo grado de primaria, sabe leer desde primer grado, es buena para las matemáticas y para otros idiomas, y le gusta jugar futbol.

Nadie diría que Alondra nació sin escuchar y que estaba condenada a una vida en silencio.

“El diagnóstico que a mí me dieron cuando la niña nació y le hicieron sus estudios de oído, fue hipoacusia bilateral neurosensorial profunda: es pérdida en ambos oídos. Su diagnóstico salió que escuchaba un 5 o 10 por ciento, o sea prácticamente nada, la voz no la entendía. Estuvo con auxiliares durante año y medio, pero no lograba el lenguaje; y no lo iba a lograr. Entonces lo indicado fue el implante coclear”, dice la mamá de Alondra, Yanelli Rojas García.

Sin embargo, cuando tenía 2 años y meses, un implante coclear permitió a las pequeña Alondra oír y comunicarse.

Cinco años después, habla con voz fluida y es una estudiante inteligente con la capacidad de desarrollar todo su potencial.

“Gracias al implante, ella ha desarrollado durante estos cinco años el habla, la comunicación con ella se entiende al cien por ciento”, agrega su mamá.

“Va a la escuela, estudia el segundo grado. Aprendió a leer en primer grado. Tiene un año leyendo. Logró leer, se le ha facilitado más el lenguaje. Ahorita con sus terapias de comprensión, lo ha entendido más. El beneficio del implante ha sido un éxito para mí”.

Alondra es una niña de San Luis de la Paz y uno de los casos de éxito del Hospital de Especialidades Pediátricas de León. que este 6 de enero cumplió diez años brindando servicio de atención médica especializada incluyendo cirugías infantiles.

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