Ser motociclista es como una hermandad, es la frase con la que Arturo Morán, Presidente Fundador del Motoclub Zapatas, reafirma su pasión por este estilo de vida.

El Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica, se encarga de garantizar que el alumbrado público de la ciudad funcione adecuadamente día tras día, pero lo que pocos conocen, es que su pasión está en dos ruedas.

“La gente nos etiqueta como que somos malos, pero esto es un hobby, que incluso llega a ser un poco caro. Al final de cuentas somos gente de bien”, comentó.

“Nuestro fin es el motociclismo de turismo, viajamos y conocemos otras ciudades como Mazatlan, Zacatecas, Aguas Calientes o Querétaro”, agregó.

El Club de Motociclistas Zapatas de León, está conformado por más de 50 empresarios y profesionistas.

Recientemente tomó fuerza y se expandió a Querétaro bajo la tutela de René Figueroa, quien comparte la visión de que las motos los hacen hermanos.

“Los motociclistas somos una hermandad, estamos en todo el país y por lo tanto, en todo el mundo. Nos une la afición a la experiencia de rodar, estar en contacto con la naturaleza, sentirnos libres y vivos. No somos gente mala, somos gente de bien”, compartió.

“El matador” como lo conocen sus amigos, hizo especial énfasis en la generosidad del club, para invitar a que la gente se sume a las actividades altruistas que realizan, como repartir juguetes el día del niño, día de reyes y regalar cobijas a colonias en situación vulnerable.

Foto: Antonio Partida. René Figuero, motociclista.

Es así, como una Honda Goldwing y una Yamaha Stratoliner se han convertido en las compañeras de ambos personajes, para recorrer miles de kilómetros y conocer las maravillas de nuestro país.