El bolero, un oficio de tradición que perdura en León

Don Celso Ibarra, bolero con 25 años de oficio en León, es reconocido por su dedicación, higiene y el respeto a cada cliente que atiende
Foto: Especial.

Con 73 años de vida, Don Celso Ibarra Aguilera es un referente en la capital del cuero y el calzado. Destaca por la higiene en su área de trabajo y por la de su persona, al ser coherente con el servicio que ofrece.

Celso es bolero desde hace 25 años, de joven estuvo dedicado al sector calzado, especializado en la bota vaquera como obrero. Si bien esta industria tiene temporadas altas, hay una baja en su producción por lo que se vio obligado a conseguir otra fuente de ingreso.

Y fue así como se animó a emprender como bolero en el centro histórico de León, Guanajuato, al solicitar un espacio, gracias a un compañero de su infancia que le ayudó a colocarse en este oficio.

Sí, mi amigo me dio algunas indicaciones, me facilitó materiales, el espacio, (aunque yo empecé en Barrio Arriba), y a través de la practícame me hice profesional”, explicó.

Si a Don Celso lo definieran tres palabras serían respeto, limpieza y comunicación, aunque también busca transmitir a cada persona confianza, al ser un buen escucha. Tiene 4 hijos, quienes se sienten orgullosos de él por haberles permitido desarrollarse y tener una vida plena.

“Yo me siento muy feliz porque aparte de esta profesión bailo danzón y cumbias en algunas plazas de esta ciudad”, detalló.

El proceso que realiza a cada persona para el aseo de su calzado es el siguiente:

“Primero le lavo con jabón de calabaza sus zapatos, se le quitan sus cintas, (si el calzado lleva), se seca, le paso un trapo de gasolina para quitar los microbios de los poros de la piel y así estos tengan brillo, le pongo mis productos, su crema y su grasa, que es el toque final, ah y unos buenos masajes”, reveló Celso.

En su trabajo de bolero recuerda haber lustrado los zapatos del profesor Jirafales, en las giras que tenía este personaje de la televisión mexicana con su circo, sin embargo, asea el calzado de licenciados, doctores, políticos, campesinos, estudiantes y obreros… para él, TODOS, son igual de importantes.

“Ahorita ya es difícil, los jóvenes usan tenis, pero se les agradece que nos busquen para la ocasión como bodas, XV años, eventos religiosos”, indicó.

Con 73 años, Celso Ibarra busca dejar su huella en cada cliente que pasa por el centro histórico de León en busca de un bolero, y con ello, la limpieza de su trabajo, por eso él es IMPARABLE.

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