El proyecto Spartans de la Universidad de Guanajuato (UG) busca darle un segundo uso a las más de 90 mil toneladas de residuos agroalimentarios que produce Guanajuato, para convertirlos en biocombustibles y crear un impacto positivo al medio ambiente. Dicha iniciativa ha permitido el crecimiento del grupo, al unirse con otras instituciones como el Instituto Tecnológico de Villahermosa y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

Esta labor se lleva a cabo en el Laboratorio de Conversión de Almacenamiento de Energía UG, por parte de un grupo de investigación que surge en el núcleo en la División de Ciencias Naturales y Exactas a finales de 2020.

El Dr. Guillermo González, responsable del laboratorio, aseguró que encontraron una oportunidad ante la gran cantidad de desechos que existen, mismos que se convierten en un problema social y ambiental. Destacó que se trata de residuos ricos en azúcares, los cuales pueden ser sometidos a un proceso de fermentación para obtener bioetanol.

En lugar de utilizar los clásicos utensilios de laboratorio para la producción de estos biocombustibles, se dispone de tecnología como los simuladores de procesos comerciales y el Aspen Plus, además de otros softwares como el paquete Gams, el Math Lab e incluso un software libre como el Python.

Sobre la importancia de darle un correcto manejo a los residuos, el Dr. Fernando Israel Gómez Castro, coordinador del grupo, puso de ejemplo una gota de aceite de cocina, ya que afecta alrededor de 50 a 100 litros de agua purificada al ser tirada a la tarja.

Dicho proyecto no sería posible sin la activa participación de estudiantes de los programas de licenciatura en ingeniería química, maestría en ingeniería química e integración de procesos y doctorado en Ciencias en Ingeniería Química.