Coecillo al filo de la vocación
El oficio se niega a morir; Juan José Molina Villalobos, tiene 50 años ejerciendo y es parte de la cuarta generación de una familia que se ha dedicado a este trabajo artesanal.
En un domicilio de la calle Herreros, de la colonia El Coecillo, se encuentra un pequeño taller que mide 4×8 metros; en este lugar, todos los días Juan Molina trabaja para preservar esta tradición cargada de herencia e identidad.
“Fue mi bisabuelo, mi abuelo, mi papá y como yo fui el mayor de los nietos, mi abuelo me empezó a enseñar el oficio. Me decía, arrímate a la forja y hasta la fecha le seguimos dando“, relató.
Juan Molina, fabrica por semana un promedio de 20 cuchillos, algunos para carniceros, ganchos para el sector zapatero, para tenería, e incluso algunos para cazar; estos últimos los manda a Estados Unidos.
Uno de los retos actuales es la competencia comercial que se vive por la entrada del cuchillo proveniente de China.