Protestas en Chicago por muerte de Adam Toledo

El adolescente de 13 años de edad, recibió un balazo de la policía. Las manifestaciones se extendieron por varias ciudades de Estados Unidos.

Illinois.– Durante el fin de semana, miles de personas salieron a protestar en Chicago, por la muerte a manos de la policía de Adam Toledo, un niño de 13 años de edad, de origen mexicano.

Las manifestaciones en apoyo, se extendieron a varias ciudades de Estados Unidos. En algunas como Portland (Oregón) y Oakland (California), las protestas se tornaron violentas, hubo confrontación con la policía y algunos saqueos y quema de establecimientos comerciales por parte de los manifestantes.

Toledo recibió un disparo de la policía el 29 de marzo y su familia comenó con manifestaciones de justicia, pero estas retomaron relevancian, luego de las  protestas por la muerte de otro joven afroaermicano en Minnesota, Daunte Wright,  a manos de la policía.

Sin embargo, la presión se elevó cuando el viernes pasado se dio a conocer el video grabado por las cámaras corporales de los policías, en donde se observa la persecución a pie a Toledo.

El niño corre por un callejón y cuando se le da la orden de detenerse, avienta lo que parece ser una pistola y levanta las manos, un segundo después el policía Eric Stillman, le dispara.

Miles de personas participaron en la protesta pacífica, en donde han pedido a la alcaldesa Lori Lightfoot, se haga justicia por la muerte del adolescente y se hagan cambios sustanciales en las tácticas de la policía.

El 29 de marzo, la policía de Chicago, recibió un reporte sobre tiroteos en las calles de La Villita, por supuestos pandilleros. Hasta ahora no se ha confirmado si Toledo era parte de una de ellas. Este hecho ha dividido opciones en la comunidad acerca de que este menor no tenía que estar en la calle a esa hora.

Sin embargo, el argumento de que Toledo pertenezca o no a una pandilla, se cuestiona la reacción violenta de la policía en grupos de minoría.

Un estudio de la Universidad de Harvard, los latinos tenían 1.2 veces más probabilidades que los blancos de ser asesinados por la policía en Chicago y los negros 6.5 veces más.

 

 

 

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