California.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden da muestras de que quiere cumplirle a los migrantes y sobre todo reparar el daño que causó la era Obama, cuando deportó a miles de indocumentados.

A través de un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que a partir de este viernes pondrá un alto a las deportaciones durante los primeros 100 días de la nueva administración para dar garantía de que tendrán un sistema de control de inmigración justo y eficaz centrado en proteger la seguridad nacional, la de la frontera y la pública.

Es decir, que aquellos que tenían una orden de deportación, por el momento no se ejecutará.

Las autoridades van a revisar si las prácticas y la implementación políticas en esta agencia son las adecuadas.

Sin embargo el secretario interino de Seguridad Nacional, David Pekoske dejó claro que esta medida excluirá a las personas que sean sospechosas de terrorismo o espionaje, o que consideren representa un peligro para la nación; las que hayan aceptado voluntariamente renunciar a cualquier derecho de quedarse en el país y a quienes no hayan estado físicamente en Estados Unidos antes del 1 de noviembre de 2021

Además el DHS dejará de enviar a los solicitantes de asilo que lleguen a la frontera a que esperen en México, como lo había determinado la administración del expresidente Donald Trump.

A partir de este jueves, la agencia dejará de enlistar a nuevos individuos en el programa Quédate en México.

Un programa que expuso a cientos de migrantes, en su mayoría centroamericanos, a ser víctimas de secuestro, abuso sexual, extorsión y otro tipo de violencia por parte del crimen organizado en las ciudades fronerizas mexicanas.

Las autoridades han solicitado a los migrantes que actualmente se encuentran esperando por sus casos de asilo en México, que se mantengan en su sitio y esperen nuevas instrucciones.

Antes de tomar posesión personal de Biden, advirtió que no era conveniente la llegada de nuevos solicitantes de asilo y pidió a los que viajaban en la nueva caravana migrante de mayoría hondureña, que regresaran a su país.