Hoy, recordamos el accidente de Andrei Kivilev
Aunque parezca increíble, todavía a principios de la década del 2000 no era obligatorio el uso de cascos protectores para ciclistas profesionales.
Se usaban, cuando mucho, unos protectores parecidos a gajos de balón, que en nada protegían a la hora de una caída.
El kazajo Andrei Kivilev lo sufrió en carne propia, con solamente cinco años de práctica en el profesionalismo.
Había conseguido la cuarta plaza en la clasificación general del Tour de Francia 2001, gracias a una larga escapada en una etapa plana. Su mayor logro.
El 12 de marzo de 2003 durante la disputa de la segunda etapa de la París-Niza, sufrió una grave caída.
Kivilev, no llevaba casco protector; sufrió fractura de cráneo y de dos costillas; fallecíó en el hospital de Saint-Étienne.
Después del fallecimiento de Andrey Kivilev el casco se volvió obligatorio, en todas las pruebas de la Unión Ciclista Internacional.
El ciclismo se mantiene como un deporte de alto riesgo, pero cada vez aumentan las medidas de seguridad para sus practicantes.