Protégete de los gérmenes lavando tus toallas
Lavar con regularidad las toallas es necesario para evitar gérmenes, pues después de cada uso comienzan a acumular bacterias, hongos y virus. Mientras más tiempo permanezcan mojadas, mayor oportunidad tendrán de estar activos, explica el dermatólogo Alok Vij de la Cleveland Clinic.
“Pueden causar un brote de hongos en las uñas de los pies, pie de atleta, tiña inguinal (infección en la piel por hongos) y verrugas o causar que estas condiciones de la piel se propaguen”, advierte en Health Essentials, el newsletter de la clínica.
A decir del director del programa de residencias en Dermatología, es posible que las toallas sucias provoquen dermatitis atópica, una afección caracterizada por piel seca, picazón e inflamación.
Como regla general para prevenirlo, Vij sugiere lavar las toallas de baño al menos una vez a la semana o cambiarlas por otras limpias. Whirpool, compañía fabricante de electrodomésticos, brinda otra alternativa: lavarlas cada tres usos.
Las toallas para manos deberían lavarse o cambiarse un par de veces semanalmente y las usadas tras ejercitarse que se guardan en mochilas tendrían que reemplazarse diario, agrega el dermatólogo.
“Las toallas de ejercicio se vuelven muy desagradables: apestan, huelen mal y están llenas de bacterias“, alerta.
Tras usar cualquier tipo de toalla, Vij recomienda colgarla sobre una barra en lugar de un gancho para que pueda secarse bien.
Otro tip es lavarlas con mayor frecuencia cuando su usuario está enfermo o si la humedad dentro del hogar es alta, en especial en los meses veraniegos.
¿Se pueden compartir?
Así como las personas comparten sábanas de cama, pueden hacerlo con las toallas de baño siempre y cuando ninguno tenga una condición de la piel o esté enfermo.
Sobre las toallas para manos, Vij aconseja que sean personales para evitar compartirlas con alguien más.
¿Qué toallas elegir?
Vij comenta que las toallas de felpa con alto recuento de hilos se sienten bien sobre la piel, así que son una opción adecuada. Sin embargo, tardan en secarse.
Para el gimnasio son mejores las de microfibra porque se secan más rápido que las del algodón.
¿Cómo deben lavarse?
Con el fin de ahorrar agua y electricidad hay que lavar varias toallas juntas. De preferencia hasta que esté llena la carga, de acuerdo con Water Use It Wisely, una campaña que invita a cuidar dicho líquido.
Whirpool desaconseja combinarlas con otras prendas para que no se desgasten porque el tipo de ciclo de lavado para toallas podría dañarlas.
En México, el tipo de lavadoras de ropa ideal es aquel con la etiqueta amarilla de eficiencia energética y con el sello verde de grado ecológico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Algunas personas podrían pensar que usar mucho jabón deja más limpios los textiles, pero en realidad causa que queden ásperos y pierdan su color más rápido, apunta Avera, tienda especializada en artículos para el hogar.
Tendría que usarse una baja cantidad de detergente y de suavizante porque incentiva que la humedad se concentre más después de cada uso, añade la marca. Usar productos biodegradables y a granel aminoran la contaminación.
En general, Water Use It Wisely urge evitar el uso de agua caliente para el lavado de cualquier prenda. Así se ahorra electricidad y emisiones derivadas de su generación.
Además, no emplear secadoras y secar las prendas al aire libre puede prevenir la emisión de hasta 3 kilogramos de dióxido de carbono (CO2), según The Climate Reality Project. Las toallas deberían secarse bajo techo para que no queden ásperas, sugiere Avera.
¿Cómo evitar dureza y malos olores?
Si alguien desea que sus toallas queden más suaves, puede ponerlas a remojar horas antes con agua fría, limón y un chorro de vinagre, lo que permite al tejido expandirse y suavizarse. Cuando se sequen, estarán más esponjosas. Antes de meterlas a la lavadora hay que enjuagar el vinagre con el fin de que se vaya ese olor, indica Avera.
En caso de que huelan mal, antes de meterlas a la lavadora se pueden remojar con bicarbonato para deshacerse de los olores.
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