A nivel nacional, el sector juguetero cerrará el año con un crecimiento marginal de apenas 2% en ventas, mientras que para 2026 se prevén aumentos de precios de hasta 30%.

Esta combinación ha encendido las alertas entre comerciantes tradicionales que ya enfrentan una caída constante en el interés de los niños por los juguetes clásicos.

Ricardo Ramírez, comerciante con 20 años de experiencia en la venta de juguetes, afirmó que el cambio en los hábitos de juego infantil ha sido drástico y sostenido, principalmente por el avance de la tecnología.

“Desde que se empezaron a popularizar los celulares y luego las tablets, la venta de juguetes tradicionales empezó a bajar. Cada vez los niños juegan menos”, señaló.

El comerciante destacó que en sus primeros años de trabajo los juguetes más vendidos eran carreolas, muñecos, colecciones de cochecitos y figuras articuladas de superhéroes. Sin embargo, muchos de esos productos han desaparecido del mercado.

“Los mismos proveedores ya no los fabrican. A veces los pides y te dicen: ‘ya no hago eso’, y te ofrecen otra cosa, pero cada vez es menos”, explicó.

De acuerdo con Ramírez, el impacto en las ventas ha sido severo. “Primero bajó un 10, luego un 20 y ahorita yo creo que estamos como en un 50 o 60% menos. También influye la situación del país, pero la tecnología pesa mucho”.

La transformación no solo se refleja en los números, sino en la vida cotidiana. El comerciante recordó cómo antes el Día de Reyes las calles se llenaban de niños mostrando sus regalos.

“Antes salías el seis de enero y todos los niños estaban afuera viendo qué les trajeron. Ahora sales temprano y ya no hay niños en la calle. Eso ya cambió”.

Pese al panorama adverso, algunos juguetes resisten el paso del tiempo. Trompos, canicas y, sobre todo, las pelotas siguen teniendo un boom.

“Una pelota o un balón siempre va a gustar. No importa qué le regale a un niño, una pelota siempre funciona”, aseguró.

Por otro lado, Rosalina Díaz, comerciante con 15 años en el sector, reconoció que la tecnología ha reducido las ventas, aunque en menor proporción.

“De unos dos o tres años para acá sí hemos notado que bajaron un poquito, yo diría como un 10%. Los niños ya no quieren tanto muñecas o carritos porque prefieren la tecnología”, comentó.

Aun así, destacó que ciertos juguetes tradicionales se mantienen vigentes cada temporada, como los nenucos, carriolas, casitas de muñecas, bicicletas y montables, mientras que los productos ligados a modas.

“Hay juguetes que salen por una caricatura y se venden solo en su momento, luego ya no. En cambio, lo tradicional se sigue moviendo cada año”, explicó.

Ambos comerciantes coinciden en que la tendencia es irreversible. Para Ricardo Ramírez, el cambio no solo es tecnológico, sino también cultural.

“Esto ya no se va a detener. El mundo evolucionó y también la mentalidad de los papás jóvenes. Es más fácil darles un celular o una tablet para que se entretengan que ponerlos a jugar o cuidarlos”, concluyó.