2025: año de encrucijada para México en nearshoring

El 2025 será un año clave para materializar los beneficios del nearshoring, ante próxima revisión de T-MEC y el regreso de Donald Trump
Foto: Agencia Reforma / Especial

Si bien México actualmente enfrenta diversos retos para poder materializar los beneficios de la relocalización de cadenas productivas, el País aún no pierde su oportunidad dentro de esta estrategia de externalización y el 2025 parece ser un año determinante ante los cambios de la política global.

Ángel García-Lascuráin, socio director de la firma de consultoría AMCG, consideró que México tiene la oportunidad de reposicionarse estratégicamente en la relocalización de Norteamérica en este año y con ello generar inversiones de mayor valor agregado.

“Ha habido muchos comentarios en diferentes foros de que ya se nos fue la oportunidad del nearshoring como país, de que esto ya no ocurrió. Yo no estoy de acuerdo, a mí me parece que apenas está comenzando el tema de la relocalización.

“Esta recomposición de la economía global apenas inicia, se va a acelerar con la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos y con la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, pero que está empezando a tomar forma desde este año”, argumentó el también ex presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Agregó que existen dos grandes etapas de oportunidad para el nearshoring: a través del incremento en la capacidad de las inversiones de empresas que ya están en México y nuevos procesos productivos o nuevas corporaciones que se puedan atraer a la economía nacional.

“Al ver los datos de la Inversión Extranjera Directa (IED), la mayor parte es reinversión de utilidades, aún no se ve inversión nueva realmente, pero se puede generar.

“Yo creo que estamos en esta encrucijada en el 2025 para lograr modificar esos resultados y esa tendencia”, expuso Lascuráin en un evento organizado por el Colegio Nacional de Consejeros Profesionales Independientes de Empresas (CNCPIE).

Indicó que para lograr atraer los flujos de inversión al País se necesitan romper diversas barreras estructurales, entre ellas el acceso a energía y disponibilidad de agua.

“El sector energético se ha abandonado en los últimos años, se necesita una transformación no solamente para ampliar la capacidad de generación de energía, sino también de energías limpias. Esto es un factor fundamental para poder atraer esos volúmenes de inversión. 

“La disponibilidad de agua es otro elemento muy relevante, además de que se deben crear otras condiciones que tienen que ver con política pública y económica, estabilidad de largo plazo para la inversión, credibilidad de las autoridades, Estado de Derecho o el tema de la seguridad”, aseveró el especialista.

Lascuráin enumeró una serie de factores que podrían amenazar al desempeño de la actividad económica en 2025, entre ellas resaltó que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca por debajo de su promedio histórico, incertidumbre jurídica por reformas constitucionales y que la inseguridad y el crimen organizado impacten a las empresas.

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