El Presupuesto 2025 debe garantizar estabilidad económica del país por los elevados riesgos que enfrenta: CEESP
Advierten los analistas del sector privado que con este entorno, probablemente los riesgos se ampliaran durante el primer año del nuevo gobierno.
Argumentan sobre el tema que uno de esos riesgos es la insostenibilidad de las finanzas públicas y que haya un limitado margen de maniobra para lograr reducir el déficit público en 3 puntos del PIB como se tiene previsto.
Ante este panorama, estiman los analista del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado(CEESP) , lo más importante del Presupuesto 2025 debe ser “garantizar la estabilidad económica en un contexto de elevados riesgos que enfrenta la economía”.
Plantea el CEESP, que las circunstancias que sugieren el riesgo de insostenibilidad fiscal son varias, entre otras, destacan las siguientes:
- En Los Precriterios 2025, como porcentaje del PIB: el gasto habrá aumentado en casi 4 puntos porcentuales entre 2018 y 2024, mientras que los ingresos sólo lo habrán hecho en 0.7 puntos; en el caso del déficit fiscal, éste pasaría de 2.0% del PIB en 2018 a 6.0% en 2024.
- El incremento del gasto público: no refleja ningún tipo de austeridad.
- El presupuesto para los programas sociales existentes: seguirá aumentando.
- La deuda: Es probable que la creciente necesidad de recursos se traduzca en aumentos de endeudamiento.
Cabe destacar que este día 15 de noviembre, el Gobierno Federal entregará al Congreso de la Unión los Criterios Generales de Política Económica para 2025, la iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación: el mayor reto que tiene es la reducción del déficit, el mayor que hay en la historia de nuestro país.
Afirman los analistas del sector privado, que el presupuesto 2025 se debe apegar a un marco macroeconómico “que reconozca los riesgos que amenazan la estabilidad fiscal del país”
Evidentemente, recomiendan, el ajuste para lograr reducir el déficit público en 3 puntos del PIB como se tiene previsto, tendrá que ser vía el gasto, aunque el margen de maniobra para hacerlo es muy limitado.
Del incremento del gasto público, refirieron que no refleja ningún tipo de austeridad como lo ha señalado constantemente el gobierno, y tampoco lo hará la nueva administración. “En buena parte se ha concentrado en transferencias incondicionales que obviamente son muy rígidas a la baja ya que su reducción sería muy costosa políticamente”, precisaron.
Consideraron que la preocupación crece debido a que es prácticamente imposible una reducción en el gasto de los programas sociales; al respecto ejemplificaron que el programa más oneroso a futuro seguirá siendo el de las pensiones para adultos mayores que, según lo aprobado para 2024, “ya representa el 85% del gasto total de la Secretaría del Bienestar”.
Manifestaron que no cabe duda que el presupuesto para los programas sociales existentes lo seguirán aumentando; en principio, agregaron, para 2025 el gasto total de los proyectos prioritarios del gobierno, publicado en los Precriteiros 2025, representan el 16% de los ingresos totales, pero estos no incluyen el costo de los nuevos programas que se han venido anunciando por la nueva presidenta del país, esto significa que dicho porcentaje se elevará, reduciendo aún más la posibilidad de algún ajuste a la baja en el gasto.
Finalmente, reconocieron que la reducción del gasto como se tiene previsto para el próximo año es prácticamente imposible, porque el margen de maniobra del sector público es muy reducido y “el gasto irreductible representa prácticamente el 70% de los ingresos totales”, lo que limita significativamente el margen de acción.