Monederos leoneses conquistan Japón
La creatividad de Isabel Rodríguez y León Campa traspasa fronteras desde 2012 cuando mostraron sus diseños en una feria en Japón, al dar a conocer la riqueza cultural de México a través de productos que combinan tradición y modernidad.
“En Japón hay una visión de la cultura mexicana, sobre todo la lucha libre. Nosotros hicimos monederos y vimos que ellos metían la tarjeta y pasaban el monedero de luchadores”, compartió León Campa.
La historia de esta empresa inició en 2009, cuando los egresados de la carrera de Diseño Industrial del CIDI UNAM cruzaron sus caminos por segunda vez en León para crear la marca Benik.
Sus productos, que van desde monederos hasta bandanas para mascotas, incluyen el diseño de textiles y la fabricación de papel picado de manera artesanal y con corte láser.
Isabel, originaria de Puebla se mudó a la capital del calzado para tomar un diplomado en diseño de marroquinería en el CIATEC. El entorno de la ciudad, las ferias como ANPIC y SAPICA, fueron propicias para que su marca se desarrollara.
“Aquí hay mucha materia prima que puedes utilizar no sólo para zapatos, sino para crear más cosas. Eso nos atrajo, la ciudad nos gustó mucho, nos sentimos super contentos y en realidad solo venía por seis meses y ya nos quedamos 15 años”, compartió Isabel.
Un reto importante ocurrió en 2020 con la pandemia, cuando los diseñadores decidieron redirigir su producción y utilizar sus textiles para crear un producto esencial.
“Durante casi dos años, el 100% de nuestro taller hacía cubrebocas, eso nos permitió que más gente nos conociera y mandamos a todo el país”, explicó Isabel.
A lo largo de su trayectoria, Benik ha tenido presencia en reconocidas exhibiciones internacionales al mostrar su trabajo en prestigiosos museos de arte como el MOMA en Nueva York y el Museo George Pompidou en Francia, así como en diversas ferias como en Japón, Italia, Colombia y España.
El nombre Benik es un homenaje a las raíces culturales, derivado de dos palabras en maya: ‘Ben’, que significa semilla, e ‘Ik’, que se traduce como aliento de vida.
“Queríamos llevar un poquito más del color, la vida y las tradiciones que hay en México. Traducir esa riqueza en productos y presentarla al mundo es lo que nos llena como diseñadores industriales”, expresó León, originario de la Ciudad de México.
Los productos leoneses no sólo han encontrado un mercado en diversas partes del mundo, sino un escenario donde la tradición se convierte en una celebración de la identidad mexicana.