La nueva era económica para México

La relación México-EU es clave para el futuro económico. El nearshoring ofrece una oportunidad única, pero depende de cómo aprovechemos el momento
Foto: Especial.

Luis Rojas Ávila, Director de la Cofoce

Mucha gente se pregunta, ¿Cuál será el impacto de la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos?

Les invito a adentrarnos a una reflexión; imagínense que ustedes tienen a un cliente en su empresa, el cual les compra el 85 por ciento de todo lo que producen, un cliente el cual invierte más del 50 por ciento en su negocio; que, adicionalmente, todo el tiempo te ha estado turnando oportunidades y que representa, más que una relación cliente-proveedor, una relación de sociedad. Eso es lo que representa la relación México – Estados Unidos.

La relación de ambos países, no solamente es histórica y cultural si no que también es económica; por el engranaje que como cadena de proveeduría y suministro tenemos entre ambos países.

Desde el 2023 México se ha convertido en el primer socio comercial de Estados Unidos sustituyendo las importaciones de China tras la guerra comercial declarada por Donald Trump en el 2020. En promedio es más del 40% de la inversión de Estados Unidos que recibe México en los últimos 14 años.

México y Estados Unidos mantienen una intensa relación que abarca no sólo la interacción entre los gobiernos federales, sino también múltiples vínculos entre autoridades estatales y locales, la colaboración entre instituciones y organizaciones de la sociedad civil y contactos de persona a persona.

Guanajuato juega un papel muy importante en este vínculo comercial con Estados Unidos; hoy ocupamos el 6to lugar como estado exportador a nivel nacional y el primero como estado no fronterizo, nuestras exportaciones siguen en crecimiento, con una proyección de cierre al 2024 sobre los 37 MMDD, siendo Estados Unidos nuestro principal socio comercial.

Nos ocupamos de atraer inversión extranjera selectiva, que no solo beneficie a las empresas que lleguen a colocarse en nuestro estado, sino además impulse la competitividad de las MIPYMES, creando un círculo virtuoso para propiciar su crecimiento.

Independientemente de las diferencias que pudieramos tener como país, son más las cuestiones que nos unen, de las que nos separan.
México y Estados Unidos van a iniciar una relación nueva, pero dependerá mucho de la forma en la que lleguen a acuerdos y negociaciones entre los gobiernos de ambos países.

Es indudable que estamos iniciando una nueva era económica, el Nearshoring 2.0 estará marcado principalmente por una aceleración de las empresas de origen o capital norteamericano que estarán saliendo no solamente de China, sino del continente asiático para repatriarse en México, América, y en especial en algunos estados que han aprovechado eficientemente esta oportunidad, como Texas y California, para captar gran parte de estas empresas que se están repatriando.

De México dependerá que podamos aprovechar esta oportunidad, si atendemos las grandes reformas y nos enfocamos en elevar una política pública que por primera vez empodere a las micro, las pequeñas y medianas empresas que hoy representan el 95 por ciento de la población empresarial de nuestro país, podremos entonces engranar los dos grandes actores, las MIPYMES y las Transnacionales que han estado separados durante décadas.

Es necesario actuar de manera inmediata, para aprovechar las oportunidades que nos brinda el nearshoring en el corto plazo.

Cuando no atendemos las causas estamos condenados a vivir los efectos, creo que la lección, México le ha aprendido; hoy el Nearshoring, es el medio para que México sea el gran ganador.

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