Carmen Corona Piña, a sus 42 años, logró su sueño de terminar la secundaria y demostrarles a sus dos hijos que con esfuerzo y dedicación todo es posible.

“Mi motivación fueron mis hijos; quiero que ellos no batallen y tomen mi ejemplo de que nunca es tarde para seguir adelante. Soy madre y padre a la vez, y quiero que mis hijos comprendan que el estudio es la clave para tener un futuro mejor”, compartió Carmen.

La historia de amor y dedicación de la señora Corona fue inspiración para sus hijos, quienes también retomaron sus estudios.

Su hija Sanjuana, de 22 años, decidió acompañar a su madre en el proceso de estudio en el Instituto de Alfabetización y Educación Básica para Adultos (INAEBA) y así obtener su certificado de primaria y secundaria.

“Mi mamá me decía: ‘Vamos, para que sigas estudiando’, y nos íbamos juntas. Gracias al INAEBA, pude concluir mi primaria y secundaria; es un logro que me permitirá acceder a mejores empleos y sentirme orgullosa de mí misma”, expresó Sanjuana.

Por su parte, Diego, quien sueña en convertirse en ingeniero automotriz, asiste al programa 10-14 del INAEBA tres veces por semana para regularizar sus estudios de primaria.

“Mi mamá y mi hermana me motivaron para continuar en el INAEBA. Ahora me esfuerzo en Matemáticas y participo en las actividades. Me han enseñado que estudiar es lo mejor que puedo hacer para ser alguien en la vida”, comentó Diego, de 13 años.

En lo que va del 2024, el INAEBA ha apoyado a 24 mil 103 mujeres para concluir sus estudios. De ellas, 16 mil 550 finalizaron la secundaria y 7 mil 373 la primaria, además de 180 que superaron el reto de la alfabetización. Mientras que en el programa 10-14 participan 999 niños y adolescentes.

La historia de Carmen y sus hijos demuestra que la educación no tiene edad ni límites, y resalta su importancia como motor de transformación social y un medio para alcanzar un futuro brillante.