Si reflexionamos un poco, es probable que recuerdes alguna figura pública del cine, la música o el deporte cuya partida te dolió en lo más profundo a pesar de que nunca se conocieron en persona.

De acuerdo con la psicóloga Isabel Guzmán, hay varias razones por las que es completamente normal. 

1. Refleja nuestra mortalidad  
Cuando un famoso muere, nos recuerda lo impredecible que es la vida y la vulnerabilidad del ser humano, en especial, si se trata de un fallecimiento inesperado o a temprana edad. Inclusive puede generar inseguridad o miedo ante las situaciones de riesgo presentes en cada caso.

2. Relación Parasocial 
Desde que las redes sociales se volvieron una parte fundamental de nuestras vidas, es común desarrollar relaciones parasociales con celebridades. Sientes que conoces de forma íntima a cada artista aunque jamás le hayas visto en persona, por esta razón, cuando fallece se experimenta un duelo personal.

3. Impacto a la identidad
Es común que los artistas se vuelvan parte de la identidad de una persona si su figura estuvo presente en una etapa difícil o importante de la vida. Una partida repentina, puede sentirse como la pérdida de una parte de tu propia identidad, sobre todo, si marcó etapas tan importantes en el desarrollo como la niñez o adolescencia.

Para procesar estas emociones es importante reconocer la tristeza, el miedo y la nostalgia son reacciones totalmente normales.

Hablar de lo que sientes con personas de confianza, buscar actividades que te reconforten o compartir con alguien que pasa por lo mismo, ayuda a procesar la pérdida de una mejor manera.