Empapados y enlodados, pero contentos, así salieron miles de asistentes al concierto que ofreció “El Potrillo”, Alejandro Fernández, el domingo 25 de agosto en el emblemático Cañón Valle de la Independencia, en León Guanajuato.

Después del concierto, al que antecedió lluvia, la fiesta se trasladó a la ruta de acceso y salida del evento, uno de los tramos de terracería en “Las Dunas”, enmarcado con charcos, lodo y un buen ambiente que protagonizaron las personas que cantaban desde villancicos hasta “Caminos de Guanajuato” del compositor José Alfredo Jiménez.

Entre el manto de la noche y gigantescos taludes, los asistentes sacaron sus celulares para capturar ese momento curioso en que al unísono, cantaban a todo pulmón como un homenaje a la felicidad.

Mezclados entre los autos de la escudería TV4 y las camionetas sprint que trasladaban a personas de la tercera edad, mujeres embarazadas y personas con discapacidad hasta la zona de estacionamiento, la multitud, entre cánticos y risas, bajaban el telón de una noche mágica en la que brilló el menor de la dinastía de los Fernández.

Si bien Tláloc, irrumpió en este magnífico escenario natural, los asistentes no desistieron en su afán de vibrar con la música de “El Potrillo”.

En su andar, muchos quedaron asombrados del escenario natural, que los vestigios de una mina de tepetate iluminada y hasta un lago artificial, emergían ante su vista.

Quienes venían de otras ciudades, también se sorprendieron por este recinto adaptado como área de conciertos, e incluso, dijeron que sería bueno que hicieran más eventos de este tipo en este lugar.

La caminata, lejos de ser tediosa, fue el pretexto perfecto, para convertir ese tramo en un escenario improvisado, en donde, los asistentes inspirados por las canciones de Alejandro Fernández, despidieron el domingo con buen ánimo.