La guerra de las marcas deportivas se inició de abajo para arriba. Fueron los zapatos el primer artículo desarrollado específicamente para la práctica deportiva.

La lucha que se dio, influyó en el desarrollo y la evolución de calzado para las diferentes especialidades.

De los pies se pasó al resto del cuerpo con playeras cada vez más vistosas y se dice que fue el equipo inglés Leeds United, el que en la temporada 73/74, lució por primera vez la marca de su proveedor de ropa.

Con la industrialización y comercialización, los artículos y sus marcas se han vuelto tan importantes como los propios atletas.

En la actualidad no hay marca, Asics, Puma, Adidas o Nike, que dé paso sin huarache, es decir, sin zapato deportivo.

De acuerdo a un informe de la página universitaria “Hojas Sueltas”, Adidas nació en la década del ‘20 y el fútbol fue desde sus inicios su mercado predilecto.

Nike, en cambio, fue fundada en 1968, y su boom en los Estados Unidos se dio en los años ‘80, cuando asoció su imagen a la de Michael Jordan.

De estar conformes cada uno con su nicho, Nike metió la mano en los intereses de Adidas y ahí estalló la guerra.

La primera gran batalla se dio en la final del Mundial Francia 98, con Brasil ataviado con prendas de Nike y Francia vestido con Adidas.

Esta guerra no tiene un final predecible.