Continuar con la tradición familiar, trabajar al aire libre bajo los rayos del sol y tener la posibilidad de construir con sus propias manos la casa donde vivirá su familia son algunas de las razones por las que Misael Silva, José Reyes y Juan Carlos Guzmán decidieron dedicarse a la construcción.

Misael Silva Ramírez se levanta todos los días a las seis de la mañana, al igual que sus compañeros se sube a la camioneta del encargado de la obra para ir a trabajar en la construcción de una casa residencial; para Misael ser albañil es un oficio que desde pequeño le llamó la atención.

“El trabajo del albañil siempre me gustó desde niño. En la casa tenían un taller de zapato, pero a mí no me gustó estar encerrado y a los 15 años empecé a trabajar como albañil porque me gustó más estar afuera en la obra”, comentó el joven de 22 años.

José Reyes Ibarra Martínez comenzó a trabajar en la construcción de obras desde que tenía 16 años de edad, al ser el único hombre en una familia de 5 mujeres decidió apoyar a sus padres.

Misael Silva Ramírez y José Reyes Ibarra

Aunque trabajar en una fábrica de zapatos como su papá significaría evitar caídas de torres o encajarse clavos en los pies, José prefirió convertirse en maestro albañil y forjar su propio camino.
 
“Es bonita la albañilería porque el día mañana uno empieza a hacer su casita y se ahorra la mano de obra, que sí es cara. Es bonito ser albañil porque uno anda al aire libre, uno va a distintos lugares y puede estar uno activo”, comentó José Reyes.

Continuar la tradición familiar y sentir la adrenalina ha sido la motivación de Juan Carlos Guzmán para trabajar como al albañil.

“Yo comencé a trabajar por mi padre, él fue mi inspiración. Desde que recuerdo mi papá siempre disfrutó de su trabajo. Yo recuerdo que mis tíos, que son zapateros, decían que no les pagaban, pero yo veía que mi papá siempre tenía dinero, y por eso me gustó este trabajo también”,  explicó el maestro albañil de 40 años.

Juan Carlos Guzmán

El 3 de mayo es una fecha especial para las personas que trabajan en las obras, quienes celebran el Día de la Santa Cruz, una festividad religiosa que conmemora a los trabajadores de la construcción, también conocida como el Día del Albañil.