Vuelo en globo convierte a guanajuatense en el primer aeronauta mexicano
Benito León Acosta se convirtió en la primera persona en ondear la bandera de México desde la altura al realizar un vuelo en globo aerostático, hecho que lo convirtió en el primer aeronauta mexicano.
Benito León Acosta, nacido en 1819 en Guanajuato Capital, desarrolló desde joven una pasión ya que asistía a funciones de vuelo que tuvo la oportunidad de presenciar en diversas ciudades. Esta inquietud lo llevó a construir su propio globo aerostático.
El 26 de febrero de 1842 Benito partió de la ciudad de Guanajuato a Río Verde, San Luis Potosí. El vuelo lo realizó con un globo de manufactura nacional 60 años después del primer vuelo en globo aerostático realizado por los hermanos franceses Montgolfier.
Desde las primeras horas de ese día, la explanada de la gran plaza de la Presa de la Olla estaba colmada de habitantes expectantes que aplaudieron con fervor mientras el globo se elevaba hacia el cielo.
El guanajuatense de 23 años cobró fama por ondear la bandera mexicana en el cielo de Ciudad de México el 3 de abril de 1842 al realizar un vuelo de manera exitosa en la Plaza de Toros de San Pablo.
El vuelo duró 30 minutos y en su trayecto sobre las calles de la Ciudad de México fue seguido por cientos de personas que iban a pie y a caballo.
El globo descendió en Tecpan y desde ese sitio Benito marchó triunfalmente hasta el Palacio Nacional, donde lo recibió el presidente Antonio López de Santa Anna.
Como resultado de su hazaña, Benito León Acosta se convirtió en un héroe nacional y fue nombrado como el primer aeronauta mexicano por decreto de Santa Anna.
Este privilegio le otorgó la exclusividad por tres años para ser el único en realizar ascensiones aerostáticas en todo el país, por lo que ninguna persona sin el consentimiento de León Acosta podría realizar tales viajes
Benito León Acosta falleció a los 66 años de edad en la Ciudad de México en su casa de la calle Mirador de la Alameda número 3.
El nombre de Benito León Acosta se inscribe en la historia del país, no sólo como el primer aeronauta mexicano, sino como un pionero cuyo sueño de volar inspira a futuras generaciones a alcanzar las alturas de sus propias aspiraciones.