Sector moda: el que no arriesga no gana

La innovación, constancia y sello artesanal han llevado a marcas locales a conquistar mercados internacionales
Foto: Cortesía

El sector de la moda en Guanajuato se ha consolidado como un pilar económico y manufacturero de América Latina, pero incursionar en esta industria implica asumir riesgos que con innovación, pueden traducirse en historias de éxito.

“El sector moda yo lo veo un poco arriesgado. Las marcas pueden posicionarse y gustar, pero deben estar muy bien cuidadas, porque Guanajuato es una prueba clara de si una marca funciona o no”, señaló María Celia Zúñiga, fundadora de la empresa leonesa de chamarras de cuero Grado Zero.

Tras más de 20 años de trabajo, Zúñiga se ha convertido en un referente del sector, quien reconoció que el camino no es inmediato y que la consolidación de una marca requiere paciencia.

“El tiempo que nos tomó posicionarnos fue, en promedio, de cinco años. Sí hay oportunidades, siempre y cuando no quites el dedo del renglón”, afirmó.

Para la empresaria, la clave para que sus creaciones lleguen a mercados como España, Estados Unidos y Centroamérica es ofrecer un producto innovador y único, además de mantener fidelidad al sello artesanal de cada pieza.

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La relevancia del sector es tangible: la industria de la moda que incluye textiles, vestido, calzado y proveeduría, aporta el 7.6% del Producto Interno Bruto (PIB) estatal.

Además, genera más de 156 mil empleos formales y agrupa a más de 19 mil 500 negocios que integran la cadena productiva, desde diseñadores y talleres hasta grandes proveedores y tiendas.

Una experiencia similar comparte Marina Garrido, quien suma 14 años en la fabricación y venta de accesorios artesanales de estilo vaquero y sombreros que hoy se exportan a países como Italia y Egipto. Para ella, el mayor reto ha sido abrirse paso con propuestas distintas.

“Mucha gente ve lo artesanal solo como decoración, y convertirlo en algo comercial es complicado. Aun así, ya tenemos 14 años en el mercado con una marca más sólida”, explicó.

Ambas coinciden en que el diferenciador está en atreverse a crear algo distinto y sostenerlo en el tiempo.

“Es una satisfacción muy bonita lograr tus objetivos. Es un proceso en el que hay miedo, como en todo, pero las satisfacciones son muy grandes cuando hay constancia, dedicación y disciplina”, concluyó Garrido.

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