Un denso humo gris se elevó más de 50 metros de altura desde las faldas del Cerro Gordo, al norte de la ciudad. El incendio, que comenzó alrededor del mediodía, se intensificó rápidamente y para las 2:30 de la tarde ya era visible desde diversos puntos como el Malecón del Río.

Es la tercera ocasión en los últimos meses que esta zona sufre un incendio. Antes no se habían registrado con tal frecuencia. El fuego se localiza en pastizales secos detrás de edificios habitacionales y oficinas, una zona que no suele ser foco de siniestros de este tipo.

El Heroico Cuerpo de Bomberos de León ya trabaja en el lugar para contener las llamas, cuyas causas aún no han sido determinadas. El sonido de sirenas irrumpió la tranquilidad de la zona norte mientras unidades de emergencia se abrían paso para atender el siniestro.

Hasta el momento no se reportan personas lesionadas ni evacuaciones, pero autoridades piden a la población mantenerse alerta y permitir el paso libre a los cuerpos de emergencia.

La zona permanece bajo vigilancia mientras los bomberos continúan con las labores de control y enfriamiento.

El olor a quemado se extendió por la zona norte como una advertencia. Justo frente a Torre Cumbres y el Club Britania, el aire se volvió denso. Desde los balcones, algunos vecinos observaban con incertidumbre cómo el humo se alzaba, mientras otros se cubrían la nariz con la ropa.

No era un solo punto: se trataba de distintos focos de quema que ardían en zonas separadas del cerro. Las columnas de humo aparecían en distintos momentos y lugares, como si el fuego tuviera voluntad propia. Eso dificultó el control de las llamas.

Incluso personal de seguridad privada de los fraccionamientos cercanos se unió de manera improvisada a la vigilancia del área. Con radios en mano, recorrían los perímetros de los desarrollos residenciales para asegurarse de que el fuego no se extendiera más allá del cerro. El riesgo de que el incendio alcanzara áreas habitadas puso a todos en alerta.