La esperanza es lo último que muere. Una frase que permanece en el corazón de la afición de los Panzas Verdes tras el litigio para asistir al Mundial de Clubes.

Con boletos de avión y entradas al Mercedes-Benz Stadium en Atlanta, Georgia, Estados Unidos se quedó Gabriel Juárez, uno de los aficionados afectados luego de la decisión de la FIFA de dejar fuera al Club León por el tema de la multipropiedad.

La ilusión pende de un hilo.

La emoción de ver al equipo de sus amores en el escenario internacional y enfrentándose a equipos europeos, fue lo que motivó a este leonés a comprar desde diciembre sus boletos con un valor de más de 20 mil pesos.

“Salen a la venta los boletos a través de Ticketmaster de Estados Unidos y a los 2 días los compramos, pensando en que se pudieran agotar o por la misma emoción”, señaló Gabriel Juárez.

La noticia ha causado sentimientos encontrados en aquellos que alientan a los esmeraldas de León en diversas latitudes, como lo es Louis Olenick, mejor conocido como #FieroViajero, quien incluso pidió 2 semanas de permiso en el trabajo para acompañar al equipo en el extranjero.

Eso no le importó con tal de ver a la Feria en un torneo mundialista, pero hoy el alma aún no le regresa al cuerpo.

“Es un golpe muy fuerte, yo creo que para toda la comunidad verdiblanca y más que nada para nosotros que procuramos siempre estar ahí con el equipo, que hacemos planes con meses de anticipación”, explicó Louis Olenick.

Incertidumbre, coraje y decepción es como perciben la exclusión del León del Mundial de Clubes.

“Ahí, es donde viene el coraje, desilusión, frustración, muchas cosas combinadas con sentimientos, como aficionado si dolió esa noticia, platicando con amigos que teníamos la intención de ir al Mundial de Clubes, coincidimos en qué se siente como haber perdido una final, incluso aquella final contra Indios”, refutó Juárez.

“La FIFA tiene su parte, la Directiva su parte, hay temas de conspiración de que otras entidades pueden influir, yo no soy nadie para hablar de eso, pero da la impresión de que va más allá de lo que se está hablando”, compartió Louis Olenick.

Hoy en día, la afición no tiene un plan B para recuperar su inversión en boletos de avión y entradas a los recintos deportivos.

“La Fe ahí está, la velita encendida está, no sé en qué probabilidad pero ahí sigue la Fe, como aficionado a uno le ha tocado unas épocas muy grises del equipo, así como épocas muy padres, yo desde secundaria voy cada 15 días al estadio”, recordó Gabriel.

“Yo creo que el deseo de todos nosotros como afición es que esto se resuelva de forma positiva para el león, que se conserve el puesto en la competencia”, comentó Olenick.

Existe la esperanza aunque sin garantías, la afición espera con una veladora encendida el sueño de asistir al Mundial de Clubes. La directiva emprende su batalla legal al reclamar que el pase se ganó en la cancha.

La afición también enfrenta su propia batalla.

Mientras quede aliento, hay espacio para un milagro.