Los cuadros de ansiedad y depresión en niños y jóvenes son similares a los de un adulto, señala la experta en Piscología Clínica, Maricela Zambrano Ríos.

Foto: TV4.

”Eran problemáticas infantiles, si relacionadas con la ansiedad como problemas de pesadillas o que se mordieran las uñas, que se hacen pipi o popo en la cama, pero en la actualidad los niños traen un cuadro similar al adulto en donde tiene que ver con temblores, sudoración, miedos irracionales, mareos, puede llorar sin contenerse, taquicardias y estos síntomas yo comienzo a observarlos en estos últimos años sobre todo en menores llegando a la pubertad”.

Los cuadros de ansiedad y depresión son similares, porque en la actualidad los menores tienen la necesidad de crecer rápido; los divorcios o que ambos padres trabajen, son factores que influyen, dijo la experta.

”La forma de separación de los padres muchas veces representan un abandono para los niños y los adolescentes y surge la necesidad de crecer rápido, de atenderse así mismos y otro factor es la necesidad económica de que los padres trabajen y psicológicamente, emocionalmente eso representa un abandono”.

La terapeuta colaboradora observa un incremento de más del doble de consultas, por problemas de ansiedad en niños y jóvenes.

La pandemia fue un factor del aumento en atenciones, ya que por tener los alumnos clases en línea se desarrolló la ansiedad social, por el aislamiento que tuvieron en casa; lo anterior, se confunde con un diagnóstico de déficit de atención con hiperactividad, porque es difícil para el estudiante permanecer en un aula con muchos niños después de trabajar fuera de la escuela.

”Antes de la pandemia, yo estaba laborando en el DIF León y me programaban 20 consultas a la semana y de esas la mitad de los niños se iban con el neurólogo y posteriormente en la consulta privada he llegado a dar hasta 40 consultas en una semana y de estas el 60 por ciento traen ese tema ansiedad y depresión”.

Los padres de familia deben estar atentos a cambios repentinos en el estado de ánimo de sus hijas e hijos, a problemas con bajas calificaciones, a que prefieran estar solos en su habitación ya que son síntomas de depresión; en el caso de la ansiedad deben poner atención a cortadas pequeñas en sus manos e incluso que no tengan ganas de bañarse.

La recomendación es hablar con el adolescente y acudir con el especialista.

En el caso es escuelas donde se han registrado suicidios la psicóloga recomendó: mayor participación de los papás en programas académicos, más psicólogos, además de hacer una valoración psicológica en los niveles de primaria y secundaria para identificar si están en riesgo por enfermedades mentales.

”La valoración psicológica tiene tres aspectos se evalúe la parte orgánica si hay una posible lesión cerebral, la otra tiene que ver con el nivel intelectual y el tercero es de personalidad”.