Durante tres días al año, Manuel Medel se transforma en uno de los Reyes Magos, al vestir su traje dorado, capa, cofia y corona, para llevar alegría y roscas a las familias leonesas.

Desde hace 12 años, ha hecho de esta singular tradición un motivo para celebrar y compartir.

“Fue un complemento de mis patrones que me dieron la idea, a mí me pareció genial y lo estamos llevando a cabo desde entonces”, explicó Manuel con entusiasmo.

Su pasión por el servicio al cliente se refleja en su dedicación y en la atención personalizada que brinda a quienes visitan la panadería ‘La Canasta’.

“Se siente genial y muy padre disfrazarse. Es algo que no todos hacemos, y cuando nos animamos a hacerlo es porque lo disfrutamos y porque nos encanta darle ese margen a lo que presentamos ahora”, comentó al señalar la rosca.

Del 4 al 6 de enero, las calles de la colonia Michoacán en León se perfuman con el aroma de un promedio de 250 roscas que salen diariamente del horno, cuyos tamaños van desde pequeñas hasta familiares para grupos de 40 personas.

“En estos días yo me dedico a atender uno de los expendios que tenemos en El Retiro, y ahí estamos atendiendo las roscas. A los pequeñitos que llegan a visitarnos les regalamos dulces, juguetitos y pelotas”, comentó Manuel con una sonrisa.

La Rosca de Reyes es más que un pan, es un símbolo de unión y tradición. Cada elemento de la rosca, como el ate verde, amarillo y rojo, representa las joyas de los Reyes Magos, y el muñequito escondido simboliza la protección del Niño Dios frente al Rey Herodes.

“Es importante mantener la tradición con la Rosca de Reyes porque es compartir y divertirse. El hecho de que te toque el Niño Dios, ya estamos jugando con eso; son risas y alegría”, subrayó.

Manuel Medel, el Rey Mago de las roscas, nos recuerda que las tradiciones son un hilo que une a las familias y amigos, al llenar nuestras vidas de risas y, por supuesto, disfrutar de un delicioso pan.