La Arquidiócesis de León confía en el trabajo vocacional y en el compromiso de sus jóvenes seminaristas, pese a los retos que presenta la disminución de aspirantes a ser sacerdotes.

El presbítero Juan de Dios Rodríguez López, Director Diocesano de la Pastoral Vocacional, expresó que, aunque la cantidad de jóvenes que ingresan al seminario es menor, la calidad del discernimiento y la preparación de los candidatos se ha fortalecido.

“No solamente decir que faltan vocaciones, sino entender por qué se está dando esta baja a nivel social, familiar y de respuesta de los chicos. Sin embargo, desde la fe, soy muy optimista porque veo la respuesta de los jóvenes en los procesos y actividades vocacionales. Confío en que en algunos años aumentemos el número de candidatos en el seminario”, indicó.

El año pasado, la Arquidiócesis ordenó a 15 nuevos sacerdotes, una cifra que refleja un proceso de discernimiento más riguroso y una mayor madurez vocacional.

Actualmente, el Seminario Mayor de León cuenta con cerca de 30 jóvenes en formación, quienes ingresan desde los 18 años y pueden continuar hasta los 35 años, en un proceso que incluye fases en el Seminario Menor y un curso introductorio.

Una de las razones por las que ha disminuido la cantidad de aspirantes se debe al contexto familiar y social.

“Los papás que no los dejan, es a lo que nos enfrentamos. El chico quiere, pero el papá dice que no. Hemos tenido casos en la vida religiosa que hasta las mamás les dicen que se van a quitar la vida si sus hijas se van al convento”, explicó.

Asimismo, indicó que el proceso de discernimiento vocacional implica un acompañamiento para que los jóvenes trabajen en su fe, en su proyecto de vida y en la comprensión de su llamado.

Esto ha contribuido a que, aunque ingresen menos candidatos, la proporción de quienes se ordenan sacerdotes tras el proceso sea más alta.