Luis Ortega es un taxista leonés que lleva más de 10 años tras el volante para llevar dinero a su casa, pero también, por amor a su trabajo.

“No me arrepiento, la verdad hasta ahorita llevo 10 años muy agusto aquí y me la he llevado muy bien (…) Primeramente Dios, sí, que sigamos aquí hasta que ya Dios nos recoja”.

Luis es uno de los muchos madrugadores de la ciudad, pues desde las 5:00 de la mañana comienza a realizar viajes para ayudar a que las personas lleguen a tiempo a sus trabajos y escuela, pero también, ayuda a muchos trabajadores a llegar a su hogar una vez que cae la noche.

“Empezamos a laborar más o menos a las 5:00 o 6:00 (de la mañana) y dependiendo del trabajo que tengamos sí nos podemos aventar hasta 12 o 15 horas”, comentó.

Luis es esposo y también padre de familia de cuatro jóvenes, por lo que inicialmente comenzó su carrera como taxista con el fin de pagar la educación de sus hijos, pero ahora que dos de ellos ya son adultos, él trabaja más por amor a su labor.

“Aquí en el trabajo sí nos gusta, tenemos experiencias bonitas, conocemos gente, lugares y hacemos nuevas amistades (…) Hemos llevado gente al hospital materno, llevar gente que se está aliviando y son cosas que le agradan a uno, también me ha tocado llevar artistas que de repente uno se encuentra, futbolistas y amigos de la infancia que uno se sorprende de ver”, compartió.

Luis trabajó durante 17 años en una empresa de calzado, de la cual se cansó, por lo que decidió ser operador de taxi con ayuda de su padre, ahora espera compartir ese legado a sus hijos en un futuro.

“La verdad sí se nos complicó un poquito en el trabajo, entonces gracias a Dios tengo mi concesión y también soy chofer, entonces comencé a ver a cuál opción meterme y aquí en Línea Dorada encontré una buena opción y ya llevo 10 años laborando aquí en el taxi”.