PATRICIA ROBLES.

La idea de que los jóvenes ya no quieren trabajar ha circulado con fuerza en redes sociales y espacios de opinión, pero para Misraim Macías, director de TEDx León, esa afirmación está completamente alejada de la realidad.

“El tema de que nadie quiere trabajar es falso”, sentencia. Según explica, lo que ocurre no es falta de disposición, sino un choque profundo entre las condiciones laborales actuales y las expectativas (y necesidades) de las nuevas generaciones.

“México es uno de los países que más horas trabaja dentro de la OCDE. No es que queramos trabajar menos, es que estamos agotados, precarizados y enfrentando realidades muy distintas”, afirma.

Y es que hoy, dice, es casi imposible encontrar a un joven menor de 30 años con una sola fuente de ingresos. “Probablemente en su trabajo principal rinda menos, pero es porque ya está exhausto por todo lo que exige su entorno. Además del empleo formal, la mayoría tiene un emprendimiento, freelancea o genera contenido. No es que trabajen poco, es que trabajan distinto”.

Macías advierte que esta desconexión no solo viene de las jornadas largas o los bajos sueldos, sino también de los ambientes laborales. “Muchos jóvenes no toleran a un jefe que no sabe comunicarse o a un entorno hostil. No es falta de ganas, es falta de dignidad en el trabajo”.

Ante la precarización de los empleos formales, los influencers y emprendedores informales se ven hoy como modelos más viables de estabilidad. “Eso genera un resentimiento real: muchos ven que alguien sin título gana más que un profesionista con años de preparación. ¿Cómo no va a ser frustrante?”

La solución, concluye, no está en criticar a los jóvenes, sino en repensar el trabajo que les estamos ofreciendo. “O mejoramos las condiciones laborales o esto se convertirá en una bomba de tiempo”.