Lo que alguna vez fue considerado la ‘Primer Zona Piel de León’, ahora es un mercado en donde los locatarios luchan para mantenerse activos.

“En los buenos auges de aquí venían artistas, que llegaron a venir a comprar sus artículos de piel”.

Este mercado ubicado entre Álvaro Obregón y Belisario Domínguez era el camino diario de decenas de leoneses que desbordaban de las rutas del transporte público, lo que generaba una gran afluencia en los locales.

Sin embargo, con la llegada de la ‘Oruga’, dichas rutas fueron quitadas, lo que generó un casi abandono y olvido de los usuarios hacia este establecimiento.

“Aunque abrieron la otra zona piel, aquí seguía habiendo movimiento, aquí el detalle está en que esto se vino abajo a raíz de que quitaron el paradero de camiones, aquí venían camiones de la ranchería, y bajaba la gente, caminaba y circulaba”.

José Félix Sánchez lleva más de 30 años trabajando junto a su esposa en este mercado vendiendo artículos de piel debido al cariño que le guardan al comercio, pero aseguró que de esto no alcanzan para vivir.

“Todo se vino para abajo, se empezaron a cerrar locales porque no habían ventas suficientes, muchos tienen que pagar empleados”, relató.

En su apogeo, este mercado lucía alrededor de 50 locales abiertos, la mayoría de artículos de piel y otros de comida; una hermosa fuente en el centro que le daba vida al lugar y cientos de personas que se acercaban a comprar.

Actualmente, un letrero de bienvenida te invita a pasar para encontrar únicamente 10 locales activos que se resisten a que el mercado muera, la mayoría de mochilas de piel sintética, unos baños públicos y comerciantes orgullosos de continuar de pie.