Liliana Gutiérrez provoca sonrisas en niños
Guanajuato no sólo destaca a nivel nacional como el octavo estado con mayor número de dentistas al registrar 6.45 mil, sino también por contar con profesionistas como Liliana Gutiérrez Pérez, que dedican su vida a hacer sonrisas más saludables.
El 11 de febrero se celebra el ‘Día Mundial de la Mujer Médica’, una fecha que resalta el papel femenino en el área de la salud, en un país donde existen cerca de 147 mil dentistas de las cuales el 61.1% son mujeres, de acuerdo con el estudio más reciente de 2021 de la Secretaría de Economía de México.
Las entidades federativas con mayor número de dentistas durante el segundo trimestre de 2021 fueron Estado de México con 13.1 mil, Jalisco y Chiapas con 11.9 mil, Puebla con 11.5 mil y Veracruz con 11.1 mil.
Desde hace 19 años, Liliana ha dibujado sonrisas en sus pacientes que van desde los 0 hasta los 18 años de edad.
“Ayudar a la gente y crecer es algo que me motiva. El ver que ellos llegan a la consulta contentos, que te saludan, que se van y te dan un abrazo y ver su sonrisa, o escuchar que la mamá te dice que ya querían regresar, para mí es lo que más me llena de satisfacción. El saber que ellos están contentos aquí conmigo”, expresó.
No es casualidad que Liliana haya decidido ser dentista, ya que su padre Jorge Federico Gutiérrez Ulibarri fue el primer odontopediatra del estado de Guanajuato.
“Yo crecí en una familia de dentistas, así que la odontología siempre ha sido parte de mi vida. Mi papá fue una gran inspiración, no solo por ser un pionero en su campo, sino también porque fue mi maestro en la universidad y también fue maestro de mi mamá Gaby. Él duró 35 años dando clases en La Salle”, comentó Gutiérrez.
En su consultorio Be Happy, los pequeños pueden conocer la casita de los ratoncitos de los dientes y ganar premios como stickers y billetes de superhéroes.
“Estamos enfocados en crear un ambiente positivo para los niños, evitando experiencias traumáticas y fomentando la salud bucal desde temprana edad. Debes tener mucha facilidad para hablar con los niños y aprender a saber la personalidad de cada niño y su conducta”, explicó.
El camino hacia convertirse en odontóloga no fue sencillo. Liliana recuerda los desafíos que enfrentó en la universidad.
“Nuestra carrera era de cinco años más un año de servicio social, con jornadas que iban de siete de la mañana a siete de la noche. Era una carrera difícil y cara, pero también muy satisfactoria”, explicó.
Su elección de especializarse en odontopediatría en la Universidad Autónoma de Querétaro fue impulsada por su amor por los niños.
“Mis papás querían que yo estudiara prótesis, pero nunca me gustó. Desde el primer momento que trabajé con niños supe que era lo mío”, aseguró.
La labor de Liliana Gutiérrez no solo se traduce en dientes sanos, sino en sonrisas llenas de alegría y confianza.