Investigadores UG crean tinta textil para detectar radiación solar

Investigadores desarrollaron una tinta fosforescente que brilla más al aumentar la radiación ultravioleta, ayudando a prevenir riesgos como el cáncer
Foto: Especial TV4

En los laboratorios de la Universidad de Guanajuato, un equipo de investigadores, docentes y estudiantes desarrolló una tinta fosforescente capaz de advertir la presencia de radiación ultravioleta (UV), un avance científico que podría contribuir a prevenir enfermedades como el cáncer de piel.

El proyecto, liderado por el doctor Cristian Gómez Solís, investigador del Departamento de Ingeniería Física, busca brindar una herramienta visual y accesible para detectar niveles peligrosos de radiación solar. La tinta, que puede aplicarse en superficies textiles o plásticas, cambia su intensidad luminosa dependiendo de la cantidad de rayos UV presentes.

“Estamos detectando radiación que al ser humano puede ser muy peligrosa”, señala Gómez Solís. “La exposición prolongada genera problemas muy graves, hasta desarrollar cáncer, que es lo más grave que podemos ver”.

El desarrollo tecnológico funciona mediante un proceso de fosforescencia: la tinta absorbe una longitud específica de onda – alrededor de los 200 nanómetros- y, al activarse, emite luz. Entre más fuerte sea la radiación, más intensa será la luminosidad.

Este avance cobra relevancia en un contexto donde los efectos del debilitamiento de la capa de ozono y el cambio climático han incrementado la exposición a radiación solar. De acuerdo con médicos dermatólogos consultados por el equipo, evitar la exposición prolongada o usar protectores solares es esencial, pero contar con una advertencia visual puede marcar la diferencia.

“Tan solo tener un cáncer de piel no es solo costoso, también representa un riesgo alto para la salud. Los tratamientos térmicos son muy caros”, advierte Gómez.

Hasta ahora, alrededor de 30 personas han trabajado en el desarrollo del prototipo, que ya está listo para su aplicación comercial. El siguiente paso, explica el investigador, es encontrar una empresa interesada en escalar la producción. “El producto ya está, solo falta quien lo quiera desarrollar”.

Desde Guanajuato, la ciencia avanza para ofrecer soluciones prácticas a uno de los problemas de salud pública más silenciosos y extendidos del siglo XXI.

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