El gobierno de Estados Unidos aprobó este martes la realización de redadas contra migrantes en espacios anteriormente considerados “protegidos”, como escuelas, iglesias y hospitales.

Esta medida revoca las directrices establecidas por el expresidente Joe Biden en 2021, que limitaban las operaciones en lugares sensibles.

En un comunicado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció la emisión de dos nuevas directrices para intensificar las acciones contra la llamada “invasión de la frontera sur”.

El zar fronterizo, Tom Homan, confirmó en entrevista con CNN que las deportaciones comenzaron inmediatamente tras la toma de protesta de Donald Trump.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha sido instruido para arrestar a cualquier persona en situación irregular, incluso si no cuentan con antecedentes penales.

Ante este escenario, algunas instituciones han comenzado a prepararse.

En California, varias escuelas han elaborado planes de respuesta para proteger a estudiantes y familias migrantes. Una guía estatal incluye procedimientos para manejar solicitudes de revisión de documentos e interrogatorios por parte de las autoridades.

La nueva política ha generado preocupación entre comunidades migrantes y organizaciones defensoras de derechos humanos, quienes advierten que estas medidas podrían aumentar el temor y la desprotección de miles de familias en el país.