El nuevo Papa León XIV hizo su primera aparición pública desde el balcón de la Basílica de San Pedro, al pronunciar un mensaje de esperanza, paz y cercanía.

“La paz esté con todos ustedes. Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo Resucitado, el buen pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz entre en sus corazones, les alcance a sus familias, a todas las personas donde quiera que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la Tierra: la paz esté con ustedes”, comenzó su discurso en italiano.

“Esta es la paz de Cristo Resucitado, una paz desarmada, desarmante y perseverante que viene de Dios. Dios que nos ama a todos incondicionalmente. Aún mantenemos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente, del Papa Francisco que bendecía Roma y al mundo entero en esa mañana del día de Pascua. Permítanme dar continuidad a esa misma bendición que Dios que nos ama a todos, el mal no prevalecerá. Estamos todos en las manos de Dios, por lo tanto, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, vayamos adelante y seamos discípulos de Cristo”, agregó.

El Obispo de Roma, pidió a los fieles su ayuda para “construir puentes con el diálogo y con el encuentro para ser un solo pueblo siempre en paz”.

Asimismo, Robert Francis Prevost, agradeció a todos los cardenales que lo eligieron para ser el sucesor de Pedro, e invitó a la comunidad católica a “caminar juntos como Iglesia unida y buscando siempre la paz, la justicia, trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo de proclamar el evangelio y ser misioneros”.

Afirmó que, al ser agustino, es hijo de San Agustín, y recalcó que la Iglesia debe “ser misionera y construir puentes de diálogo, siempre abierta a recibir, como esta plaza abierta con los brazos abiertos a todos, a todos aquellos que tienen necesidad de nuestra caridad, nuestra presencia, de diálogo y amor”.

Además, el Papa León XIV realizó un saludo en español a su diócesis de Chiclayo.

“Y si me permiten también una palabra, un saludo a todos aquellos, en modo particular a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú. Donde un pueblo fiel ha acompañado a su Obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”, expresó.

Prevost compartió su deseo de ser “una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina y que busca siempre la paz, busca siempre la caridad, de ser cercanos de quienes sufren”.

Antes de pedir a los fieles rezar un Ave María por la nueva misión de la Iglesia y por la paz en el mundo, expresó que “nuestra madre María quiere siempre caminar con nosotros, estar cerca de nosotros y ayudarnos con su intercesión y su amor”.

Finalmente, en latín, el Papa dio su primera bendición ‘Urbi et Orbi’ a las miles de personas que se encontraron en la Plaza de San Pedro y a los millones de católicos que siguieron la transmisión a través de sus dispositivos móviles y la televisión.