En León, Guanajuato, en abril de 1978 la visión de un maestro zapatero dio origen a Botas Caborca, una empresa de alcance internacional.

Su historia comenzó en un pequeño taller, seis trabajadores, y una producción de 12 pares de calzado al día. Ahora son más de 8,000 pares semanales con el talento y trabajo de más de 800 colaboradores.

Actualmente Grupo Caborca tiene 5 marcas propias y 4 plantas manufactureras en las que se imprime la pasión por el detalle. Las botas vaqueras llevan un proceso de más de 200 pasos, resultado de la combinación entre lo tradicional y lo moderno.

El éxito de la firma, también está en los programas internos lo cuales están pensados en el bienestar del capital humano: Bebé Caborca apoya a las madres embarazadas. El programa de crónicos impulsa el bienestar y control de los trabajadores que tienen enfermedades crónicas degenerativas.

También hay áreas de servicio de spa, jornadas de salud e impulso a la educación, entre otras.

Se cuanta con tecnología con la que se realizan las pruebas en las pieles para garantizar que estén libres de químicos tóxicos, como plomo o cromo.

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En tiempos en los que la industria enfrenta grandes retos ambientales, Caborca Boots nos recuerda que el cambio comienza con acciones concretas: Así nació Shambala, una granja biodinámica, donde se siembran y cosechan vegetales libres de químicos, mismos que se van directamente a los comedores del personal al interior de las empresas.

No cabe duda que cuando se unen el talento humano y la creatividad se despierta la pasión por el detalle.