Ayudó por más de 60 años a familias capitalinas

Conoce la historia de Carlos Zárate, el último boticario de Guanajuato Capital
Foto: Especial.

Popularmente apodado “El Pollo”, Carlos Zárate Torres, último boticario de la ciudad, ayudó a familias guanajuatenses capitalinas de escasos recursos por más de seis décadas, brindándoles atención médica gratuita y medicamentos, incluso hasta dos días antes de fallecer a los 83 años.

Su primer acercamiento a la profesión comenzó cuando Salvador Lanuza, dueño de la Farmacia La Moderna, lo integró al negocio; pero fue hasta 1945 cuando Zárate adquirió una botica que después trasladó a Plaza de la Paz número 52, fundando lo que hoy es la Farmacia Santa Fe, y con 78 años de servicio al público es de las más antiguas de la ciudad.

“Ser boticario es una profesión que ha desaparecido. Preparar medicamentos y dar gramaje exacto para que sea benéfico, él tenía conocimiento.

Fundó en 1945 la farmacia y el negocio ha estado ininterrumpidamente funcionando. Él duró 60 años en la profesión”, dijo Marco Torres Morales, encargado de la Farmacia Santa Fe e hijo de Zárate. Torres Morales siguió la tradición de su padre.

En la parte posterior de Santa Fe, tiene un consultorio donde realiza chequeos generales. Además, conserva una colección de botámenes que alguna vez albergaron sales para la preparación de medicamentos. “Nosotros sus hijos somos dos médicos y sentimos orgullo por esto. A mí me consta que llegaba gente que no tenía dinero y aun así se le atendía. Mi papá les regalaba la medicina”, concluyó.

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