Precisó que los empresarios ven con preocupación que México tiene un Estado de Derecho frágil que debe fortalecerse, respetar los derechos humanos y profundizar en la cultura de la legalidad y de la denuncia.

El pronunciamiento fue hecho por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), quien en el marco de los 106 años de la promulgación de nuestra Carta Magna, ley fundamental de nuestro Estado, afirma que es el “factor que nos da cohesión en medio de las diferencias, norma superior cuya función principal es acotar el poder”.

Para lograr los objetivos de la Constitución, propuso el sindicato patronal que exista una efectiva división de poderes, donde se respeten los derechos humanos, se profundice en la cultura de la legalidad y de la denuncia, y algo muy importante: que quien viole la ley, sea juzgado y sancionado, que asuma las consecuencias de sus actos y que no haya impunidad.

Señala el organismo empresarial, que la Constitución contiene las reglas que nos hemos puesto los mexicanos para vivir en paz, con orden y armonía; “por eso es tan importante que la Constitución sea respetada y cumplida, porque no hay nada ni nadie que esté por encima de ella”.

En materia de Estado de Derecho, considera que el crecimiento económico tiene muchos factores, como lo son el respecto a las leyes, algo que resulta fundamental para fomentar la inversión, la fuerza laboral, la formación de capital y el desarrollo de tecnología.

En ese sentido, advierte la Coparmex que: “uno de esos factores es también el respeto a las leyes, porque un país donde no se respetan los contratos, no genera certidumbre y no atrae inversiones, por eso es tan importante el Estado de Derecho”.

Subraya el sindicato de los patrones del país, que uno de los elementos característicos de una Constitución republicana como la nuestra, es la separación de poderes, donde se indica que ningún poder está por encima del otro, sino que son independientes y complementarios.

Admite que sí, que es sano y democrático que existan diferencias de criterio y de pensamiento, pero sostiene que la única manera de que tanto los poderes como las personas convivan en armonía, es teniendo a la ley como norma de conducta, porque “por eso, la ley es la ley”.

Explicó que cada poder funge como peso y contrapeso del otro: el Legislativo, afirma, crea las leyes que el Ejecutivo debe aplicar y hacer aplicar, mientras que el Judicial revisa la constitucionalidad y legalidad de esos actos.

A ese respecto, ejemplificó: “El Ejecutivo no puede hacer otra cosa más que lo que le está expresamente permitido hacer, esos límites los establece nuestra Carta Magna, por eso es tan relevante el debate que hoy vive nuestro país”.

Admitió finalmente Coparmex que la justicia está por encima de las leyes, pero aclaró que en realidad no son antagónicas, porque “las leyes y el derecho, buscan alcanzar o encarnar la idea de la justicia; “pero si es que hay alguna ley injusta, no quiere decir que se debe desacatar, pues hoy existen los mecanismos para controvertirla, cuestionarla o reformarla: vivimos en una sociedad moderna y la propia Constitución ha establecido los pesos y contrapesos que dan armonía y equilibrio a nuestro país”.