Uno de los propósitos de año nuevo más frecuentes es la pérdida de peso, una meta por demás necesaria cuando México ocupa el quinto lugar en obesidad en el mundo; pero también es de los propósitos más difíciles de cumplir, si no se dimensiona la complejidad de esta enfermedad.

Según Fernando Pérez Galaz, cirujano gastro bariatra y cofundador de la Asociación Civil Obesidades, la prevalencia de sobrepeso y obesidad se ha duplicado en nuestro país en las últimas cuatro décadas.

“La obesidad es una enfermedad crónica ascendente a lo largo del tiempo. Desde la encuesta de 1988 hasta la última de 2021, vemos que en México teníamos un conjunto (entre obesidad y diabetes) de 34.5% y, al día de hoy, es de 71.8%; es decir, crecimos al doble en 30 años en prevalencia de sobrepeso u obesidad”, acotó.

El especialista informó que el índice de masa corporal superior a 30% se considera obesidad; en ese sentido, apuntó que 81.6% de las personas entre 30 y 59 años en México padecen sobrepeso u obesidad.

Asimismo, citó cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, que arrojan que el sobrepeso y obesidad afectan a 42.9% de la población entre 12 a 19 años, y a 72.4% de la población de más de 20 años. Una situación preocupante pues, a decir del experto, un alto índice de masa corporal a más temprana edad, disminuye la esperanza de vida de las personas.

Uno de los factores que influye en ello, es el hábito alimenticio y la relación emocional con la comida que tenemos los mexicanos en la que es común que se cree una dependencia a nivel cerebral que pide más comida como compensación a los problemas de la vida cotidiana.

“México somos un país obesogénico (SIC). Somos el tercer país en el mundo que más consume alimentos ultra procesados y el primer país del mundo en consumo de bebidas azucaradas. En nuestro país se consumen 165 litros per cápita de refresco; el mexicano no se hidrata con agua, se hidrata con aguas frescas o refrescos endulzados con jarabe de maíz de alta fructosa”, apuntó Pérez Galaz.

El médico explicó que la obesidad es una enfermedad inflamatoria progresiva, provocada por el aumento de grasa en el cuerpo y de ahí vienen disfunciones biológicas como hígado graso, diabetes e hipertensión que causan múltiples comorbilidades y contribuyen a un gran porcentaje de discapacidad y muerte prematura en la población.

Aseveró también que la obesidad no es una elección, sino que resulta de la interacción de factores conductuales, medioambientales, genéticos y metabólicos. Por ello, señaló que para el tratamiento de la obesidad no basta con dieta y ejercicio, sino que precisa de un tratamiento integral, multidisciplinario y personalizado pues las necesidades de cada paciente son diferentes.

Finalmente, el bariatra llamó a la sociedad y a la comunidad médica a no estigmatizar a las personas que viven con diabetes pues es una de las causas del subdiagnóstico y tratamiento de la obesidad.