En conferencia matutina desde Palacio Nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, informó que entre el 20 y el 26 de enero el país recibió a 4 mil 94 deportados de Estados Unidos, la mayoría de ellos ciudadanos mexicanos. Este flujo migratorio se enmarca en políticas que se intensificaron desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Sheinbaum detalló que, tras una conversación entre el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, se formó un grupo de trabajo binacional para abordar temas migratorios.   

Este equipo, que involucra al Instituto Nacional de Migración de México y a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), ha sostenido reuniones virtuales para coordinar estrategias conjuntas y llegar a acuerdos sobre la gestión de deportaciones.

“Nosotros tenemos mecanismos de coordinación con Estados Unidos que han estado en marcha desde hace tiempo, pero seguimos trabajando para garantizar el respeto a los derechos humanos de los deportados”, subrayó la mandataria.

En este contexto, Sheinbaum destacó los esfuerzos de su gobierno con el programa “México te abraza”, que opera en centros de atención en la frontera norte. Algunos de estos espacios ya están operativos, mientras otros están en proceso de ser concluidos. Dichos centros tienen como objetivo brindar apoyo integral a los migrantes repatriados, incluyendo orientación legal y asistencia social.

La presidenta enfatizó que México exige al gobierno estadounidense respetar los derechos humanos de los migrantes, y recordó que el país cuenta con mecanismos para denunciar violaciones ante la CBP y tribunales en Estados Unidos. “Algunas de estas denuncias han sido ganadas, lo que demuestra nuestro compromiso por defender a los mexicanos”, puntualizó.

Por otro lado, Sheinbaum celebró el reciente acuerdo entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el expresidente estadounidense Donald Trump, en torno a un conflicto comercial que había escalado. “Nos parece positivo que se haya llegado a un acuerdo. No son buenas ni las tarifas ni otros mecanismos de presión. Lo importante es que prevalezca el diálogo y el respeto, principios que también guiamos en nuestra relación con Estados Unidos”, comentó.

Finalmente, la mandataria subrayó que, además de los temas migratorios, el grupo de trabajo busca expandir el diálogo con Estados Unidos hacia otras áreas clave para fortalecer la relación bilateral.