Consideran ‘complejo’ el entorno para invertir en México
Destaca Encuesta del CEESP que se debilita cada vez más rápido la inversión pública y fue ésta la que registró el mayor descenso anual en agosto, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja.
Destacan la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado de octubre, que el 69% de las respuestas consideró que este no es buen momento para invertir porque el entorno es complejo y se le anexa el ambiente internacional tras elecciones en los EU.
Agrega que esto muestra un rápido deterioro en la perspectiva de una mejora en el corto plazo, toda vez que apenas en marzo pasado solo 15% de las respuestas consideraba que este no era un buen momento para invertir.
En el documento elaborado por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), se señala que en al ambiente internacional se ha sumado que con EU México deberá enfrentar temas como la incertidumbre en el comercio exterior, aranceles, migración, y la revisión del TMEC en los próximos años.
Asimismo, refieren que mientras no se consolide un ambiente que incentive la inversión, es poco probable que mejore el ritmo de crecimiento de la economía.
“La falta de acervo de capital limita la actividad productiva y la creación de empleos de calidad necesarios para satisfacer las necesidades de los hogares”, explica la Encuesta del sector privado.
Las realistas cifras. De acuerdo con la estimación oportuna que dio a conocer el INEGI recientemente, durante el tercer trimestre del año el PIB creció 1.0%, porcentaje significativamente mayor al avance de 0.2% reportado el trimestre previo y superior al pronóstico promedio de 0.8% publicado en la Encuesta sobre las Expectativas de los
Especialistas en Economía del Sector Privado.
Afirma que con este resultado respecto al mismo trimestre del año pasado, el PIB creció 1.5%, porcentaje que igualmente superó su avance previo de 1.0% y la estimación de los especialistas de 1.2%.
Incluso utilizando el IGAE, que de acuerdo con el INEGI es un indicador que “permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía en el corto plazo”, se observa que durante el periodo julio-septiembre la actividad económica del país creció 0.7% y respecto al año pasado 1.1%, también por debajo de la estimación oportuna del PIB.
No obstante, se puntualiza en la Encuesta que la inesperada mejora del PIB en el tercer trimestre estimada por el INEGI, no implica que la economía haya iniciado un periodo de recuperación, ya que, de hecho, “la evolución de los principales indicadores económicos continúa mostrando debilidad”.
De la inversión, que es el principal motor del crecimiento, asegura que se debilita cada vez más rápido, y después de haber mostrado 17 meses consecutivos crecimientos anuales de dos dígitos, tan solo en cuatro meses se ha ubicado ya en terreno negativo.
Puntualiza que por tipo de comprador el INEGI solo publica cifras originales de inversión y, a ese respecto, en este entorno se aprecia que “la inversión pública fue la que registró el mayor descenso anual (7.4%) en agosto, acumulando cuatro meses consecutivos a la baja”.
En principio, explica que esto se podría relacionar con los menores flujos de inversión debido a la conclusión de los proyectos insignia del gobierno; sin embargo, “preocupa que los recursos para infraestructura no muestren un mejor comportamiento que en años anteriores”.
La inversión privada. Afirma que ésta, igualmente: muestra un rápido descenso en su ritmo de crecimiento, ya que en agosto tuvo una caída de 1.2%, su segunda baja desde febrero del 2021, y esto, además de poder estar relacionado con algunos proyectos del gobierno, también puede reflejar elevados niveles de incertidumbre como consecuencia de un entorno de aprobación de cambios constitucionales de forma unilateral, lo que genera conflictividad en la política interna, un débil estado de derecho e inseguridad y corrupción.