María buscaba el sueño americano; hoy la despiden
Este jueves familiares y amigos se despidieron por última vez de María Guadalupe Montero Serrato, una de las migrantes guanajuatenses que perdieron la vida el pasado 26 de junio, en la tragedia de San Antonio Texas.
Lupita, como la conocían, era originaria de la comunidad La Enmarañada, del municipio de Valle Santiago. Sitio al que fue repatriado su cuerpo a través de la Secretaría del Migrante y Enlace Internacional de Guanajuato en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Cientos de personas se unieron a la pena de su familia y fue velada en el que era su domicilio. Después acompañaron su cuerpo por la calles de la comunidad hasta llegar a la misa de cuerpo presente, que se llevó a cabo en la capilla local.
A pesar del gran dolor que significó la pérdida de quien fuera madre e hija trabajadora, su familia pudo darle una digna sepultura.
“Es un pequeño alivio, no como hubiera querido pero Dios me la mandó así y así la recibo. No tenemos palabras para expresar lo que ocurrió. Creo que nadie se merece esto pero así pasaron las cosas y son situaciones que no hay vuelta atrás. No nos queda más que seguir adelante y luchar por los que nos quedan”, expresó el padre de María Guadalupe.
Vecinos de la comunidad conocían bien a Lupita, una joven de 28 años cuyo sueño era darle una mejor vida a su familia.
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“Ella trabajaba para sacar a su hijos adelante porque siempre se quiere lo mejor para ellos. Tal vez por eso ella lo hizo, irse por sus hijos y el sueño americano que tenía. Ella estaba chica cuando yo la conocí, una vecina y amiga que siempre iba con sus niños a todos lados”, compartió una vecina de la comunidad.