En su visita a León, Guanajuato, el teórico de la comunicación Carlos Alberto Scolari advirtió que es importante que los medios informativos no sacrifiquen la calidad y veracidad de los contenidos en aras de la inmediatez que demanda el actual escenario mediático.

El doctor en Lingüística aplicada señaló que la llegada de las redes sociales cambió el paradigma del periodismo pues, aunque históricamente los medios informativos han competido por la inmediatez, en la era del internet se ha catalizado este proceso.

“Yo creo que se puede informar de manera rápida, inmediata, sin sacrificar la veracidad de los contenidos; yo creo que es posible, pero hay una gran tensión en eso. En el periodismo tradicional era el profesional el que decidía cómo publicar y cuándo publicar, con las redes sociales esto ha cambiado, porque cuando pasa algo, generalmente la primera información que recibimos viene de la ciudadanía a través de las redes sociales y eso es un desafío para el periodista profesional”, apuntó Scolari.

Consideró que es un error querer competir en velocidad con la información que se genera en la red pues se corre el riesgo de incurrir en desinformación.

“La primera intención del periodista es salir a competir en velocidad a las redes sociales y eso es un error y es muy difícil, porque un periodista, por más que esté informado, no va a poder competir en velocidad a las redes sociales… A veces pasa que algún periodista retuitea algo rápido y no lo confirma y resulta que es una fake news, ¿quién sale perjudicado? El profesional de la comunicación”, advirtió el experto.

En ese sentido, propuso que el periodista debe “resignarse a llegar en segundo lugar”, pero llegar con datos confirmados, ofrecer un contexto y ampliar la información de manera verídica.

“En este nuevo contexto la figura profesional del periodista tiene que sacrificar la velocidad pero confirmando, ampliando, contextualizando, buscando un equilibrio entre lo efímero y la calidad de contenido”, propuso el también filósofo y académico.

Finalmente aseveró que las audiencias ya no se mantienen pasivas, sino que ahora se puede hablar de un prosumidor (Consumidor/ productor) que se cuestiona y es crítico de lo que ve y escucha.